En vista de una nueva tragedia a gran escala en el Mediterráneo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) apeló este miércoles a los gobiernos de la región a que la prioridad sea salvar vidas, incluyendo la ampliación y modernización urgente de las capacidades de búsqueda y rescate.
El último incidente se registró el lunes a unos 120 kilómetros del sur de Lampedusa. Unos 400 inmigrantes murieron ahogados cuando la embarcación que provenía de Libia naufragó en el mar Mediterráneo.
El Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres, expresó profunda conmoción ante la noticia e indicó que eso demuestra la importancia de un mecanismo robusto de rescate en esa ruta, considerada la más peligrosa, usada por refugiados y migrantes.
Por su parte, el director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), subrayó que el tráfico de migrantes explota con crueldad la desesperación de esas personas y provee de enormes ganancias ilícitas a las redes de criminales.
Yury Fedotov, hizo esas declaraciones en el marco del Congreso sobre Justicia Penal y Prevención del Delito que tiene lugar en Doha, Qatar.
"Murieron 400 migrantes en un solo día cuando naufragó su embarcación, al mismo tiempo, alguien en otra parte del Mediterráneo habría depositado en su cuenta bancaria un millón y medio de dólares. Este es un crimen que debe ser abordado. Debemos proteger el derecho de los migrantes, apoyarlos, proteger a las mujeres y especialmente a los niños, incluidos los que viajan solos", indicó Fedotov.
El director ejecutivo de la UNODC también llamó a confrontar a esos criminales y a desarmar las redes de traficantes.
