Las fuertes tormentas registradas durante los últimos días en Haití han dejado a unas 50.000 personas sin casa y han destruido 8.800 viviendas, informó el representante especial adjunto de la ONU para ese país.
En entrevista con Radio ONU, Peter de Clercq explicó que las zonas más afectadas incluyen el suroeste del país y la capital, Puerto Príncipe.
Señaló que las personas cuyas casas no sufrieron daños estructurales se refugian con familiares o amigos mientras las limpian para regresar; sin embargo, subrayó que quienes perdieron sus viviendas precisan protección y ayuda del gobierno.
"La mayoría de los siniestrados podrán volver a sus casas. Se les ha dado asistencia para realizar la limpieza necesaria y para reducir los riesgos de enfermedades transmitidas por el agua, especialmente el cólera", dijo.
De Clercq enfatizó que si bien las lluvias han sido copiosas, no son nada fuera de lo ordinario en esta época del año, lo que demuestra una vez más la falta de preparación del país ante los fenómenos naturales.
En este sentido, expresó gran preocupación por lo que pueda ocurrir dentro de unos meses en la temporada de huracanes.