El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, aseguró que la ultraexpansiva política monetaria de la Reserva Federal contribuyó al crecimiento de la desigualdad económica en EE.UU.,agitando un debate en el que también intervino el expresidente de la Fed, Ben Bernanke, al replicar que es un aspecto que no está bajo control del banco central.
"Los bajos tipos de interés pueden actualmente incrementar la desigualdad", indicó Stiglitz, profesor de Economía en la Universidad de Columbia, en un artículo publicado esta semana por la Oficina Nacional de Investigación Económica.
La Fed mantiene los tipos de interés a niveles excepcionalmente bajos desde finales de 2008, de entre el 0 % y el 0,25 %, y desde entonces lanzó tres rondas multimillonarias de inyección de liquidez, conocida como relajación cuantitativa.
Justo cuando el banco central se dispone a elevar las tasas por primera vez, los expertos comenzaron a apuntar a la posibilidad de esta expansión monetaria sin precedentes como uno los elementos que ha contribuido a la creciente desigualdad económica que se ha registrado en los últimos años en EE.UU..
"La composición de los activos que generan la riqueza es distinta entre los capitalistas y los ahorradores, de manera que las políticas que benefician especialmente esos activos en posesión de los capitalistas generan mayor desigualdad", indicó el autor de "The Price of Inequality" (2012) y premio Nobel de Economía en 2001.
"La relajación cuantitativa hizo eso", agregó el economista estadounidense.
Stiglitz, de 72 años, subrayó que los trabajadores de clase media y baja cuentan principalmente con activos basados en ingresos fijos, mientras que los de mayor renta tienden a invertir más en acciones bursátiles y otros activos que ofrecen mayores retornos.
Estos últimos, argumentó, han sido los más beneficiados por las políticas de estímulo de la Fed.
"Una bajada de los tipos de interés ayuda a los poseedores de acciones y daña a aquellos que cuentan con bonos del Tesoro. Este modelo parece ser una mejor descripción de la economía moderna; en él, el descenso de tipos contribuye sin ambigüedad a la creciente desigualdad económica", agregó en el artículo.
En los últimos años, los activos bursátiles se revalorizaron notablemente, y Wall Street registró máximos históricos en sus diversos indicadores; por su parte, los salarios se ralentizaron.
La postura de Stiglitz sorprende ya que es considerado un economista progresista, y desde ese bando se defendió la pertinencia de la expansión monetaria como la política adecuada para rescatar al país de la aguda crisis económica consecuencia del estallido de la burbuja financiera.
Por su parte, Bernanke, el arquitecto de esa expansión monetaria, salió al paso en una entrada esta semana de su blog de la Brookings Institution, en la que señaló que el proceso de ampliación de la desigualdad viene dada por "profundos cambios estructurales en nuestra economía" que preceden a la crisis.
A juicio de Bernanke, de 61 años y quien presidió la Fed entre 2006 y 2013, la política monetaria es una "herramienta contundente" pensada para el doble mandato de estabilidad de precios y promoción de empleo y que, por tanto, no tiene como objetivo afectar a la desigualdad económica, área para las que están mejor preparadas otras políticas como la fiscal.
"Las políticas diseñadas para afectar a la distribución de riqueza e ingresos se encuentran, apropiadamente, en la provincia de los funcionarios directamente elegidos, no de la Fed", agregó en clara referencia al Congreso estadounidense.
EFE