Krayem, sospechoso también de los atentados de noviembre de 2015 en París, declaró a los investigadores que diluyó en agua la sustancia explosiva y que después la tiró por el retrete del apartamento, situado en el distrito bruselense de Etterbeek y que fue objeto de un registro policial.
Los investigadores consideran "creíble" la explicación de Krayem, aunque no obstante siguen buscando más armas.
La mochila en la que supuestamente llevaba Krayem los explosivos que no llegó a activar en el metro de Bruselas la sacaron vacía del apartamento junto a otros enseres.
Los atentados del metro y el aeropuerto de Bruselas el 22 de marzo dejaron 32 víctimas mortales.