La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó este miércoles su informe Perspectivas Mundiales de Empleo 2016 en el que se afirma que después de un período de avances significativos, la reducción de la pobreza está amenazada por la carencia de trabajo decente y el estancamiento del crecimiento económico.
Según la OIT, el 36 por ciento de la población de los países emergentes y en vías de desarrollo vive en la pobreza con menos de 3 dólares y 10 centavos diarios.
El director general de la OIT, Guy Ryder, advirtió sobre la creciente desigualdad de ingresos y dijo que las perspectivas sombrías en Asia, América Latina y la región árabe amenazan el objetivo de desarrollo sostenible de acabar con la pobreza en 2030.
"Es cierto que no se tiene la inestabilidad social que pudiera anticiparse en estas circunstancias, pero sí hay un nivel muy significativo de desilusión política y de manifestaciones de extremismo”, dijo.
Para erradicar la pobreza en 2030, Ryder subrayó que el trabajo digno es una condición necesaria y al mismo tiempo, un objetivo y una herramienta de desarrollo sostenible y exitoso.
El informe de la OIT calcula que para erradicar la pobreza extrema y moderada a escala mundial de aquí a 2030 se necesitarán unos 600.000 millones de dólares anuales, o lo que es lo mismo cerca de 10 billones de dólares en los próximos tres lustros.
El estudio concluye que “el problema de la pobreza crónica no puede resolverse sólo a través de transferencias de ingresos. Son cruciales más y mejores empleos para alcanzar este objetivo.
