La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó enérgicamente una serie de bombardeos efectuados con cohetes y morteros contra varias áreas residenciales de la ciudad yemení de Taiz.
Los ataques causaron la muerte de 18 personas y 68 heridos.
Según el testimonio de varias lesionados, el fuego de artillería se originó desde una colina en control de las fuerzas afiliadas a los Houthis y al ex presidente Ali Abdullah Saleh.
Desde el 26 de marzo del año pasado hasta el 8 de junio de este año la Oficina del Alto Comisionado ha contabilizado un total de 3.539 civiles asesinados y más de 6.000 heridos en Yemen.