La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó enérgicamente una serie de bombardeos efectuados con cohetes y morteros contra varias áreas residenciales de la ciudad yemení de Taiz.
Los sucesos tuvieron lugar entre el 3 y el 8 de junio en diversos mercados llenos de gente que se encontraban realizando compras antes de la celebración del Ramadán cuando recibieron el impacto de los proyectiles, además de una escuela y otras áreas civiles.
Los ataques causaron la muerte de 18 personas y 68 heridos.
Según el testimonio de varias lesionados, el fuego de artillería se originó desde una colina en control de las fuerzas afiliadas a los Houthis y al ex presidente Ali Abdullah Saleh.
Desde el 26 de marzo del año pasado hasta el 8 de junio de este año la Oficina del Alto Comisionado ha contabilizado un total de 3.539 civiles asesinados y más de 6.000 heridos en Yemen.