"Su vida es un ejemplo de heroísmo y abnegado servicio a la patria", destacan la dirección y el personal de las corporaciones estatales de tecnología punta Rostejnologui y de exportación de armamento Rosoboronexport.
En el mensaje de felicitación, el jefe de Rostejnologi, Serguéi Chemezov, y el director general de Rosoboronexport, Anatoli Isaikin, dicen de Kaláshnikov que pertenece "a una generación de personas de un heroísmo, patriotismo y firmeza sin precedentes".
"Usted es la encarnación de un digno ciudadano y hombre, para quien el concepto del honor no es una palabra vacía, sino un imperativo moral, al que responde cualquiera de sus acciones y decisiones", agrega el texto, citado por la agencia Interfax.
Kaláshnikov fue distinguido el año pasado con motivo de su 90 cumpleaños con el título "Héroe de Rusia" por el presidente ruso, Dmitri Medvédev.
El general Kaláshnikov, nacido el 10 de noviembre de 1919, confesó el 6 de julio de 2007, con motivo del 60 aniversario del registro oficial de su fusil en la URSS, que los nazis tuvieron la culpa de su invento, porque su verdadera vocación era diseñar maquinaria agrícola.
"Pensaba dedicarme a crear máquinas para las labores agrícolas, con el fin de hacer más fácil el duro trabajo de los campesinos. Todo cambió por culpa de los alemanes que desataron la guerra" contra la URSS, relató Kaláshnikov.
Aunque empezó a idear el diseño de un arma de fuego automática en 1942, mientras estaba internado en un hospital tras sufrir heridas durante un combate contra el Ejército nazi, el primer fusil de asalto AK-47 no sería registrado oficialmente como tal hasta 1947.
Este fusil figura incluso en los escudos de algunos Estados en reconocimiento de su papel en la luchas independentistas.
Según las autoridades rusas, debido a que la Unión Soviética nunca patentó el invento, hasta un 90 por ciento de los Kaláshnikov producidos en el mundo son falsos, pues se fabrican sin autorización o con licencias caducadas.
La marca Kaláshnikov solo fue registrada en la Oficina Internacional de Patentes de Suiza en 1998, y su inventor nunca sacó beneficio económico de su creación, a diferencia de Eugene Stoner, el inventor del competidor estadounidense M-16.EFE
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