Quince de los fallecidos eran soldados, dos empleados de la administración local de parques y bosques y cinco residentes locales.
Unas 2.000 personas, residentes locales, soldados y bomberos, luchan contra el fuego y el gobernador de Sichuan, Jiang Jufeng, viajó a la zona, a unos 580 kilómetros de la capital provincial, Chengdú, lo mismo que un equipo médico de urgencia.
Las llamas prendieron, por causas aún desconocias, en la parte alta de una meseta dedicada a pasto y a unos seis kilómetros de la cabecera del distrito Daofu, en la provincia de Sichuan.
El incendio asoló en un principio unas 33,3 hectáreas pero otras 13 hectáreas continúan en llamas, dijeron a Xinhua los bomberos locales.
"La línea de fuego tiene una longitud de varios kilómetros y durante la noche, la mayoría de las personas que combaten el fuego se retiraron a los campamentos", según Yang Hao, funcionario de la lucha contra incendios.
El viento, que fue la causa de que quedaran atrapados los fallecidos y heridos al reavivarse el fuego, empezó a disminuir durante la noche, dijeron los bomberos.
Daofu se ubica en un área cubierta de bosques en el extremo este de la Meseta Qinghai-Tíbet cuenta con 45.000 habitantes, de los que el 89 por ciento son de etnia tibetana.
Un invierno especialmente seco originó en diversas partes de China graves incendios en las últimas semanas.
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