El presidente de Belarús Alexander Lukashenko fue reelegido el domingo con 72% de los votos según un sondeo a boca de urna en unas elecciones denunciadas por decenas de miles de opositores en Minsk pese a un intento de la policía por dispersarlos y la hospitalización de un candidato.
Según los resultados de esta encuesta a pie de urna divulgada por la televisión estatal ONT, Lukashenko logró el 72,2% de los votos, por delante de los opositores Andrei Sanikov y Vladimir Nekliaev, quienes consiguieron cada uno sólo 6,1% de los sufragios.
Unos 10.000 bielorrusos respondieron el domingo por la noche al llamamiento a manifestarse de la oposición, concentrándose en los alrededores de la plaza de Octubre de la capital bielorrusa con banderas rojas y blancas, y otras de la Unión Europea, mientras gritaban lemas como "¡Por la libertad!", constató la AFP.
Y eso que la policía antidisturbios intervino hacia las 17H30 GMT, una media hora antes del cierre de los colegios electorales, para dispersar con porras y granadas ensordecedoras a unos 200 manifestantes que intentaban llegar a la plaza, vio la AFP.
El candidato Nekliaev resultó herido en estos choques. Sufre de un traumatismo craneal y fue transportado en ambulancia, aseguran sus asesores.
Desde la plaza de Octubre, los manifestantes tomaron la avenida de la Independencia hasta la plaza que lleva el mismo nombre, donde se encuentran las sedes del Parlamento y del gobierno de esta ex república soviética.
"Es aquí donde Belarús declaró su independencia en 1991 y es aquí donde caerá hoy la dictadura de Lukashenko", declaró a la muchedumbre el candidato electoral Andrei Sanikov.
La oposición convocó las protestas el sábado, por considerar que el régimen había fomentado irregularidades en los comicios.
"Vine a apoyar a la oposición, pero hará falta el apoyo de Rusia para echar a Lukashenko (...) ya que es muy difícil hacer caer una dictadura desde el interior", comentó Anatoli, un jubilado que participaba en la manifestación contra el régimen bielorruso.
Alrededor de siete millones de personas estaban convocados a las urnas para elegir entre diez candidatos, una cifra récord. Hacia las 16H00 GMT, la tasa de participación era del 84%, según la Comisión Electoral Central.
En el pasado, el ex presidente estadounidense George W. Bush calificó de "último dictador de Europa" a Lukashenko, quien lleva 16 años en el poder en este país bisagra entre la Unión Europea y Rusia.
El presidente bielorruso había afirmado el domingo que la oposición no conseguiría manifestarse.
"No se preocupen. No habrá nadie en la plaza esta noche", declaró tras haber depositado su papeleta, acompañado por su hijo de seis años, Nikolai, en Minsk. "No se puede para nada hablar de falsificación electoral", dijo.
La campaña electoral fue algo más libre que la de 2006, pero se teme que no sea más que una fachada democrática.
Elegido en 1994 en la primera elección presidencial del Belarús independiente, Lukashenko fue reelegido en 2001 y 2006 en unos comicios empañados por irregularidades y marcados por la represión de los opositores.
Según se le antoje, el dirigente bielorruso arremete tanto contra la Unión Europea, acusada a finales de noviembre de ejercer sobre su país una "presión sin cuartel", como contra Rusia, aliada tradicional y gran suministrador de hidrocarburos, a la que reprochó que financiaba a sus opositores.
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