Efectivos antimotines de Gendarmería ingresaron al penal para controlar a un centenar de internos que lograron subir hasta el techo del recinto penitenciario, donde quemaron colchonetas y lanzaron piedras, según informan medios locales.
Los internos provocaron algunos conatos de incendio que ya fueron controlados por personal de Bomberos.
Fuentes de Gendarmería confirmaron a Efe que el motín también está bajo control.
El propósito de estas acciones fue protestar por el incendio que el 8 de noviembre causó la muerte de 81 reclusos en la cárcel de San Miguel, en la capital chilena, donde unos 800 internos están en huelga de hambre hace una semana también en señal de protesta.
Trece de los lesionados han sido atendidos en el penal, y sólo uno debió ser trasladado a un centro asistencial externo para ser tratado de una herida en el ojo.
En el exterior de la cárcel se ha desplegado un contingente de Carabineros (policía militarizada) que ha lanzado bombas lacrimógenas para controlar a los familiares de los reclusos que se han acercado al recinto.
Desde el incendio en San Miguel se han producido incidentes en otros penales del país, como la Penitenciaría de Santiago y la cárcel de Quillota, en protesta por las condiciones de hacinamiento en que viven. EFE
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