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sábado, 22 de enero de 2011

Berlín estrena museo dedicado a los videojuegos

Desde la enorme NIMROD de 480 válvulas (1951), la primera computadora fabricada ex profeso para practicar con un juego, el Nim, hasta las más modernas y minúsculas consolas en 3 dimensiones han pasado casi 60 años, una historia que, a partir de hoy, se puede recorrer en el Museo del Videojuego de Berlín.

El Computerspiele Museum, con sus más de 500 metros cuadrados de exposición permanente, 14.000 juegos y 2.300 ejemplos de hardware, entre ellos un ejemplar de NIMROD, constituye según su director, Andreas Lange, "una de las mayores colecciones del mundo, si no la mayor de Europa".

Los amantes de los videojuegos se pueden encontrar en sus pasillos y jugar con piezas históricas como la máquina de marcianitos Computer Space, de 1971 y desarrollada por los estadounidenses Ted Dabney y Nolan Bushnell.

Computer Space, con su característico color verde brillante exterior, fue el primer videojuego automático con monedas, en concreto de 25 centavos de dólar.

De Dabney y Bushnell, que más tarde fundarían la empresa Syzygy, salió también el mítico Pong, el primer videojuego de tenis en el que dos pequeños palitroques blancos a izquierda y derecha de la pantalla, sobre fondo perenne verde, se disputaban un sencillo punto blanco.

Aunque Pong se creó en 1968, no fue hasta 1972 cuando se adaptó a una máquina de monedas similar a la de Computer Space.

El joystick también ha sufrido una profunda transformación hasta prácticamente desaparecer en las más modernas consolas, que ya disponen de dispositivos de mano con los que se puede apuntar, además de detectar la aceleración de los movimientos en tres dimensiones.

La historia del museo, uno de los pocos en el mundo íntegramente dedicado a los videojuegos, comenzó en 1997 cuando Lange abrió una galería en Berlín, cuyo material recorrió el país en exposiciones itinerantes.

En 2010, por fin, recibió subvenciones tanto de la ciudad como de la Unión Europea (UE), en total 220.000 euros (casi 300.000 dólares), y se planteó volver a exponer su colección, pero esta vez en un museo permanente.

-EFE-

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