Unas 30 mil personas, incluido el presidente griego, Carolos Papulias, se acercaron anoche al estadio Karaiskakis del Olympiakos para disfrutar del partido, que disputaba su octava edición.
Unos de los padres de la iniciativa, el jugador brasileño Ronaldo, viajó a Atenas pero no pudo participar debido a una reciente lesión.
La presencia de Zidane ocasionó un delirio entre el público y, más tarde, los espectadores gritaron con entusiasmo mensajes de afecto a Karembeu.
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