El Gobierno brasileño anunció hoy el envío al estado de Río de Janeiro, afectado por fuertes temporales que han dejado al menos 356 muertos esta semana, de un cargamento de medicinas con capacidad para atender durante un mes a unas 45.000 personas.
Se trata de siete toneladas de medicinas divididas en 30 conjuntos completos compuestos por antibióticos, antiinflamatorios, antiparasitarios, analgésicos, antitérmicos, antihipertensivos, gasas, esparadrapos, guantes, máscaras, catéteres y jeringas, según un comunicado del Ministerio de Salud.
La ayuda se suma a las doce toneladas de suministros, alimentos, colchones, vestimentas, material de higiene personal y de limpieza enviados el miércoles por la gobernación de Río de Janeiro.
El material será distribuido entre Teresópolis, Nueva Friburgo y Petrópolis, las ciudades más afectadas por las lluvias, que se intensificaron en la noche del martes y que provocaron los numerosos deslizamientos de tierras que sepultaron varias viviendas construidas principalmente en las faldas de las montañas.
Según los balances municipales, hasta ahora han sido rescatados los cuerpos de 168 personas en Nueva Friburgo, 152 en Teresópolilis y 36 en Petrópolis.
Las autoridades aún no disponen de cifras consolidadas de heridos, desaparecidos, damnificados y desalojados, pero miles de personas ya fueron acomodadas en improvisados campamentos montados en gimnasios y escuelas públicas de la región.
Según el Ministerio de Salud, los hospitales de Río de Janeiro acordaron un sistema especial de atención a la población que permitirá el envío de médicos y enfermeros a las regiones más afectadas por las lluvias.
Los hospitales regionales colocaron a disposición 75 salas quirúrgicas para cirugías de emergencia.
La ayuda médica viene siendo coordinada por el propio ministro de Salud, Alexandre Padilha, quien hoy acompañará a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en un sobrevuelo en helicóptero por las áreas más afectadas por la tragedia.
El Ministerio de Salud también anunció que montará este mismo jueves un hospital de campaña en Nueva Friburgo, en tanto que la Marina de Guerra también tiene previsto la instalación de un hospital de campaña en la región.
En las tareas de rescate participan cerca de 1.000 hombres de los Bomberos, la Defensa Civil, la Policía y las alcaldías de la región, que cuentan con el apoyo de siete helicópteros, dos de ellos cedidos por la Marina de Guerra.
Según la propia Defensa Civil, muchos de los barrios de las ciudades afectadas permanecían incomunicados por los derrumbes y los socorristas intentaban abrirse paso entre toneladas de barro para ayudar a las víctimas e iniciar la búsqueda de cadáveres. EFE
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