El presidente de Perú, Alan García, confió en que las crisis políticas en Egipto y Túnez no impidan la visita de los mandatarios a la Cumbre de América del Sur-Países Arabes (ASPA), que se realizará en Lima entre el 14 y 16 de febrero próximos, según sus declaraciones difundidas hoy.
García evitó opinar de la "insurrección" en esa región y, más bien, resaltó que "hay otros gobernantes sólidamente ubicados" en sus gobiernos que podrán venir a Perú, en entrevista con el canal Willax.
La cancillería informó el pasado lunes que todos los presidentes de Suramérica, excepto Uruguay, han confirmado su participación en la ASPA, así como los monarcas de Marruecos y Qatar y los presidentes de Siria y de la Autoridad Nacional Palestina.
Además de esos 18 gobernantes confirmados, faltaría definir la presencia de los jefes de Estado de Jordania, Argelia y Yemen, mientras otras monarquías enviarán a sus príncipes herederos y dos países más -Túnez y Líbano- enviarán delegaciones de menor rango ante la situación de crisis que viven, se informó en ese momento.
De otro lado, García hizo un repaso a su gobierno, que termina en julio, y recordó que "la relación con Hugo Chávez (el presidente de Venezuela) fue espantosa", pero que ambos supieron "llevar las cosas".
"Uno puede ser antagonista político, pero a las personas hay que saludarlas y sonreírles. En alguna ocasión me he permitido decirle (a Chávez) que tenga cuidado con algunas cosas", añadió García.
El mandatario peruano, que tuvo un primer gobierno entre 1985 y 1990, dijo que "después de todos estos años dedicados a la política, haría bien en vivir un poco" para sí mismo, cuando entregue el mando en julio próximo.
En ese sentido, afirmó que prefiere quedarse a vivir en "cualquier lugar del Perú, (antes que) a la mejor mansión de Londres", a diferencia de 1990, cuando pidió asilo a Colombia y luego ubicó su residencia en París. EFE
García evitó opinar de la "insurrección" en esa región y, más bien, resaltó que "hay otros gobernantes sólidamente ubicados" en sus gobiernos que podrán venir a Perú, en entrevista con el canal Willax.
La cancillería informó el pasado lunes que todos los presidentes de Suramérica, excepto Uruguay, han confirmado su participación en la ASPA, así como los monarcas de Marruecos y Qatar y los presidentes de Siria y de la Autoridad Nacional Palestina.
Además de esos 18 gobernantes confirmados, faltaría definir la presencia de los jefes de Estado de Jordania, Argelia y Yemen, mientras otras monarquías enviarán a sus príncipes herederos y dos países más -Túnez y Líbano- enviarán delegaciones de menor rango ante la situación de crisis que viven, se informó en ese momento.
De otro lado, García hizo un repaso a su gobierno, que termina en julio, y recordó que "la relación con Hugo Chávez (el presidente de Venezuela) fue espantosa", pero que ambos supieron "llevar las cosas".
"Uno puede ser antagonista político, pero a las personas hay que saludarlas y sonreírles. En alguna ocasión me he permitido decirle (a Chávez) que tenga cuidado con algunas cosas", añadió García.
El mandatario peruano, que tuvo un primer gobierno entre 1985 y 1990, dijo que "después de todos estos años dedicados a la política, haría bien en vivir un poco" para sí mismo, cuando entregue el mando en julio próximo.
En ese sentido, afirmó que prefiere quedarse a vivir en "cualquier lugar del Perú, (antes que) a la mejor mansión de Londres", a diferencia de 1990, cuando pidió asilo a Colombia y luego ubicó su residencia en París. EFE
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