Las inundaciones sin precedentes que azotan el noreste de Australia causaron una primera víctima mortal, una mujer ahogada después de que su vehículo fuera arrastrado por las aguas, anunció el domingo la policía australiana.
Más de 200.000 personas se han visto afectadas por las graves inundaciones en el estado de Queensland, calificadas el sábado de "bíblicas" por el responsable de finanzas del gobierno regional, Andrew Fraser.
"Ha sido hallado el cuerpo de una mujer barrida de un vehículo cuando intentaba atravesar una vía inundada, la noche pasada", indicó a la AFP una portavoz de la policía.
La mujer, de 41 años, iba en compañía de otro vehículo desde la localidad de Mount Isa a la de Burketown --en el oeste del estado australiano-- cuando ambos coches fueron arrastrados por el agua.
La policía logró rescatar a dos adultos y dos niños del primer vehículo, y a un adulto y tres niños del segundo, pero no pudo alcanzar a la mujer antes de que ésta desapareciera en las aguas.
Por otra parte, las búsquedas por tierra y aire continuaban alrededor de la localidad costera de Gladstone, donde un hombre de 38 años se encuentra desaparecido desde el sábado por la tarde, tras el naufragio de su barco de pesca.
Para añadir a una situación crítica, los servicios meteorológicos anunciaron la llegada de una tormenta el domingo en la región, acompañada de "vientos destructores, fuertes lluvias y granizo, lo que provocaría una rápida crecida de las aguas".
La primera ministra Julia Gillard, que el viernes visitó las zonas afectadas para reconfortar a los damnificados, estimó que las "devastadoras" inundaciones no habían alcanzado su pico aún y que el impacto económico sería fuerte.
El sector minero, fundamental para la economía australiana, se ha visto muy golpeado y varias compañías han debido recurrir a las cláusulas de fuerza mayor en sus contratos para no cumplir con sus compromisos, señaló la jefa de gobierno.
El sector agrícola, las pequeñas empresas y el turismo se han visto igualmente afectados, añadió.
La primera ministra de Queensland, Anna Bligh, estimó el viernes que el costo del desastre "sin precedentes" sería de varios miles de millones de dólares y advirtió que el nivel del agua podría continuar subiendo en los próximos días, por lo que la crisis podría empeorar.
Los habitantes de la localidad de Rockhampton, al norte de la capital regional de Brisbane, debieron evacuar sus hogares el sábado en la noche debido a la crecida de las aguas tras el desbordamiento de un río, que amenazaba con inundar hasta 4.000 hogares.
El río Fitzroy es "un torrente de agua, que se mueve a una velocidad increíble", señaló el alcalde de la localidad de 74.000 habitantes, Brad Carter, añadiendo que la ciudad podría quedar aislada por completo en los próximos días.
Asimismo, helicópteros de los servicios de socorro lanzaban sacos con alimentos a los habitantes de una veintena de localidades que se encontraban aisladas a causa del nivel del agua.
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