Las autoridades sanitarias alemanas levantaron la cuarentena declarada ayer en un crucero fluvial de bandera holandesa con 151 pasajeros -once mas de lo anunciado inicialmente-, que había sido obligado a permanecer anclado en el río Rin en la localidad de Coblenza, al occidente del país.
Un portavoz de las autoridades locales comunicó que la nave, ocupada fundamentalmente por turistas británicos, podrá continuar viaje hacia Bonn después de permanecer en cuarentena 24 horas, ante el temor de un posible caso de una epidemia contagiosa provocada por de un virus gástrico.
Con motivo de la fiesta de Nochevieja docenas de pasajeros sufrieron vómitos y diarreas, malestar que los médicos atribuyen posiblemente al llamado norovirus, sumamente contagioso.
Pese a que no se conocen aun los resultados de los análisis para conocer el origen de la presunta intoxicación, las autoridades de Coblenza permitieron al crucero seguir su ruta a Bonn, donde los espera otro equipo médico, ya que la infección parece menos virulenta de lo temido y ante el hecho de que los afectados se encuentran prácticamente aislados en la nave.
Durante el día de Fin de Año unos 30 pasajeros dieron muestras de haber contraído dicho el virus por lo que fueron llamados los servicios sanitarios de urgencia. EFE
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