Simpatizantes del presidente de Yemen, Ali Abdulah Saleh, se enfrentaron hoy a manifestantes opositores que exigían, por quinto día consecutivo, la renuncia del mandatario, provocando disturbios que dejaron al menos unos 30 heridos.
Fuerzas de seguridad y partidarios del jefe de Estado bloquearon la manifestación y la dispersaron con gases lacrimógenos, a lo que los inconformes respondieron lanzando piedras en un enfrentamiento que dejó como saldo 10 opositores heridos, incluido un parlamentario.
"El pueblo desea la caída del régimen, este gobierno corrupto debe dejar el país", se escuchó corear a quienes presionan por la dimisión de Saleh, pese a que hace días prometió que no se postulará a un nuevo mandato en 2013 ni designará a su hijo para sucederle en el cargo.
Muchos adversarios del presidente obviaron incluso los pedidos de reformas democráticas e insistieron en su renuncia con pancartas en las que rezaba "Vete", tanto en la Universidad de Sanaa y la provincia de Taiz como en la sureña Adén.
En esta última ciudad, los jóvenes demandaron la deposición del jefe de Estado y aclararon que no respondían a ningún partido político, en alusión a la coalición opositora Encuentro Común que hasta ahora había liderado las marchas antigubernamentales allí.
Las fuerzas de seguridad trataron de disolver la manifestación en Adén haciendo disparos al aire, pero los jóvenes continuaron su marcha en dirección a las avenidas en la Ciudad de Cráter, relataron testigos.
Saleh, cuyo gobierno de más de tres décadas enfrenta a grupos armados chiitas, a separatistas en el sur y a milicias de Al-Qaeda, invitó a la oposición a sostener conversaciones de reconciliación que fueron aceptadas, pero sectores universitarios desestimaron esa opción.
Mientras algunos analistas aseguran que Yemen y, en particular, Saleh encaran una situación "muy crítica desde hace semanas", el presidente decidió hoy abrir al público su oficina en el palacio presidencial.
La medida, según el propio mandatario, persiguió recibir, escuchar y responder todas las quejas relacionadas con la política, la sociedad, la cultura y la juventud, así como de las organizaciones de la sociedad civil y las diferentes clases sociales de todo el país.
Sin embargo, varios abogados vestidos con sus togas negras y encabezados por el jefe de su sindicato se unieron a los manifestantes que marcharon hasta la Plaza Tahrir (Liberación) de Sanaa gritando "después de (Hosni) Mubarak, Ali", en alusión a la revuelta en Egipto.
Algunos opositores afirmaron que "matones" progubernamentales, conocidos localmente como "balatagas", llegaron hasta el lugar y les atacaron con botellas rotas, piedras, pistolas de descarga eléctrica y jambias (dagas de hoja curva típicas en Yemen).
(PL/VTV)
Fuerzas de seguridad y partidarios del jefe de Estado bloquearon la manifestación y la dispersaron con gases lacrimógenos, a lo que los inconformes respondieron lanzando piedras en un enfrentamiento que dejó como saldo 10 opositores heridos, incluido un parlamentario.
"El pueblo desea la caída del régimen, este gobierno corrupto debe dejar el país", se escuchó corear a quienes presionan por la dimisión de Saleh, pese a que hace días prometió que no se postulará a un nuevo mandato en 2013 ni designará a su hijo para sucederle en el cargo.
Muchos adversarios del presidente obviaron incluso los pedidos de reformas democráticas e insistieron en su renuncia con pancartas en las que rezaba "Vete", tanto en la Universidad de Sanaa y la provincia de Taiz como en la sureña Adén.
En esta última ciudad, los jóvenes demandaron la deposición del jefe de Estado y aclararon que no respondían a ningún partido político, en alusión a la coalición opositora Encuentro Común que hasta ahora había liderado las marchas antigubernamentales allí.
Las fuerzas de seguridad trataron de disolver la manifestación en Adén haciendo disparos al aire, pero los jóvenes continuaron su marcha en dirección a las avenidas en la Ciudad de Cráter, relataron testigos.
Saleh, cuyo gobierno de más de tres décadas enfrenta a grupos armados chiitas, a separatistas en el sur y a milicias de Al-Qaeda, invitó a la oposición a sostener conversaciones de reconciliación que fueron aceptadas, pero sectores universitarios desestimaron esa opción.
Mientras algunos analistas aseguran que Yemen y, en particular, Saleh encaran una situación "muy crítica desde hace semanas", el presidente decidió hoy abrir al público su oficina en el palacio presidencial.
La medida, según el propio mandatario, persiguió recibir, escuchar y responder todas las quejas relacionadas con la política, la sociedad, la cultura y la juventud, así como de las organizaciones de la sociedad civil y las diferentes clases sociales de todo el país.
Sin embargo, varios abogados vestidos con sus togas negras y encabezados por el jefe de su sindicato se unieron a los manifestantes que marcharon hasta la Plaza Tahrir (Liberación) de Sanaa gritando "después de (Hosni) Mubarak, Ali", en alusión a la revuelta en Egipto.
Algunos opositores afirmaron que "matones" progubernamentales, conocidos localmente como "balatagas", llegaron hasta el lugar y les atacaron con botellas rotas, piedras, pistolas de descarga eléctrica y jambias (dagas de hoja curva típicas en Yemen).
(PL/VTV)
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