La osmidrosis o simplemente mal olor corporal es un trastorno que afecta a millones de personas en algún momento de su vida, desafortunadamente, la persona que tiene mal olor se acostumbra tanto a su propio aroma que a menudo es la última en notarlo.
Las axilas, las ingles, los pies, la frente y las manos son las regiones del cuerpo con mayor concentración de sudor y hogar de miles de bacterias que al juntarse con la secreción, desprenden molestos aromas.
La osmidrosis es un fenómeno común en los adolescentes que atraviesan la pubertad, principalmente mujeres de entre 14 y 16 años y hombres de entre 15 y 17.
Sin embargo también puede afectar a personas obesas, a los que consumen alimentos ricos en picantes y especias y a personas que sufren enfermedades como diabetes.
Robert Hicks, experto en medicina general y medicina genitourinaria del Hospital Kingston, en Inglaterra, señaló que la solución más simple para el mal olor corporal es mejorar nuestra higiene personal.
"Báñese regularmente, por lo menos una vez al día (...) Los pies también deben lavarse regularmente y secarse en su totalidad y si es necesario se pueden tratar con un talco antifúngico que evita las infecciones causadas por hongos", recomendó el especialista.
Se sabe también que algunas personas -en su mayoría mujeres- son más susceptibles a detectar olores. Y esto podría tener un componente genético.
Un estudio llevado a cabo en Israel encontró que un gen, llamado OR11H7P podría ser responsable de que algunas personas sean más sensibles a los aromas o al sudor mientras que otras no se dan cuenta de ellos.
Las axilas, las ingles, los pies, la frente y las manos son las regiones del cuerpo con mayor concentración de sudor y hogar de miles de bacterias que al juntarse con la secreción, desprenden molestos aromas.
La osmidrosis es un fenómeno común en los adolescentes que atraviesan la pubertad, principalmente mujeres de entre 14 y 16 años y hombres de entre 15 y 17.
Sin embargo también puede afectar a personas obesas, a los que consumen alimentos ricos en picantes y especias y a personas que sufren enfermedades como diabetes.
Robert Hicks, experto en medicina general y medicina genitourinaria del Hospital Kingston, en Inglaterra, señaló que la solución más simple para el mal olor corporal es mejorar nuestra higiene personal.
"Báñese regularmente, por lo menos una vez al día (...) Los pies también deben lavarse regularmente y secarse en su totalidad y si es necesario se pueden tratar con un talco antifúngico que evita las infecciones causadas por hongos", recomendó el especialista.
Se sabe también que algunas personas -en su mayoría mujeres- son más susceptibles a detectar olores. Y esto podría tener un componente genético.
Un estudio llevado a cabo en Israel encontró que un gen, llamado OR11H7P podría ser responsable de que algunas personas sean más sensibles a los aromas o al sudor mientras que otras no se dan cuenta de ellos.
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