La actriz de Hollywood Elizabeth Taylor, de 78 años, se “siente mejor cada día” aunque sigue hospitalizada en Beverly Hills desde hace dos semanas por una insuficiencia cardíaca, aseguró el miércoles su portavoz.
“Los médicos de Elizabeth Taylor continúan celebrando sus progresos”, declaró Sally Morrison en un comunicado. La actriz “sigue en el hospital por ahora, en observación. Está en forma y se siente mejor cada día”, agregó. Morrison aclaró que Taylor no sufrió una “crisis cardíaca, ni accidente vascular en el cerebro ni fue sometida a ninguna cirugía del corazón”.
La protagonista de “Cleopatra” está hospitalizada desde hace dos semanas en el hospital Cedars Sinai por problemas “causados por una insuficiencia cardíaca congestiva”, indicó su publicista.
En 2004 Taylor fue diagnosticada de Insuficiencia Cardíaca Congestiva (CHF, por sus siglas en inglés), una patología que impide al corazón bombear suficiente sangre oxigenada para los demás órganos del cuerpo, lo que genera una sensación extraordinaria de fatiga, dificultad al respirar y aumento de peso, entre otras cosas.
Pero desde antes de este diagnóstico, Taylor venía padeciendo problemas de salud.
La ganadora de dos premios Oscar fue operada de un tumor en el cerebro en 1997 y en 2006 negó en televisión que sufriera la enfermedad de Alzheimer.
Pese a realizar pocas apariciones públicas, Taylor fue una de las pocas estrellas en asistir al funeral de su amigo y cantante Michael Jackson en septiembre de 2009.
AFP
“Los médicos de Elizabeth Taylor continúan celebrando sus progresos”, declaró Sally Morrison en un comunicado. La actriz “sigue en el hospital por ahora, en observación. Está en forma y se siente mejor cada día”, agregó. Morrison aclaró que Taylor no sufrió una “crisis cardíaca, ni accidente vascular en el cerebro ni fue sometida a ninguna cirugía del corazón”.
La protagonista de “Cleopatra” está hospitalizada desde hace dos semanas en el hospital Cedars Sinai por problemas “causados por una insuficiencia cardíaca congestiva”, indicó su publicista.
En 2004 Taylor fue diagnosticada de Insuficiencia Cardíaca Congestiva (CHF, por sus siglas en inglés), una patología que impide al corazón bombear suficiente sangre oxigenada para los demás órganos del cuerpo, lo que genera una sensación extraordinaria de fatiga, dificultad al respirar y aumento de peso, entre otras cosas.
Pero desde antes de este diagnóstico, Taylor venía padeciendo problemas de salud.
La ganadora de dos premios Oscar fue operada de un tumor en el cerebro en 1997 y en 2006 negó en televisión que sufriera la enfermedad de Alzheimer.
Pese a realizar pocas apariciones públicas, Taylor fue una de las pocas estrellas en asistir al funeral de su amigo y cantante Michael Jackson en septiembre de 2009.
AFP
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