Luisa Estella de Morales, quien recientemente fue electa como Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, ofrece declaraciones meridianas a Venevisión, en el marco del levantamiento de la huelga de hambre de los jóvenes frente a la OEA.
Estella de Morales habla sobre lo que ha sido la actividad del TSJ durante sus seis años de gestión. Estima que estos años han sido de grandes logros en materia de transformaciones sociales, administrativas y de recursos humanos. En ese sentido, ha sido un triunfo más para el Gobierno del presidente Chávez. Cree que esto fue posible por el trabajo en equipo que ha desarrollado todo el Tribunal.
Sobre si hubo o no presión por parte de los estudiantes que estaban en huelga de hambre, asegura firmemente que no; y que tampoco hubo concesiones especiales por tal manifestación. Explica de Morales que cada medida se ajustó a derecho, aunque reconoce que se llevaron a revisión por el documento consignado por los jóvenes ante el TSJ. También afirma que en ningún momento las decisiones fueron del Ejecutivo, pues el Tribunal es un ente autónomo, con competencias y responsabilidades específicas.
Valora la actitud de los huelguistas, quienes respetaron la división de los poderes y se dirigieron al órgano correspondiente. Sin embargo, estima que el asunto podía haberse tratado en paz, sin huelgas.
Además, aclara que en el caso de las medidas cautelares, se trata de llevar el proceso -hasta la sentencia- en libertad, pero que esto no implica que estén exonerados de sentencias condenatorias. A propósito de esto hizo referencia al caso de “Mazuco” y comenta que el tratamiento de su caso es distinto, por la naturaleza del delito que se le imputa
Estella de Morales habla sobre lo que ha sido la actividad del TSJ durante sus seis años de gestión. Estima que estos años han sido de grandes logros en materia de transformaciones sociales, administrativas y de recursos humanos. En ese sentido, ha sido un triunfo más para el Gobierno del presidente Chávez. Cree que esto fue posible por el trabajo en equipo que ha desarrollado todo el Tribunal.
Sobre si hubo o no presión por parte de los estudiantes que estaban en huelga de hambre, asegura firmemente que no; y que tampoco hubo concesiones especiales por tal manifestación. Explica de Morales que cada medida se ajustó a derecho, aunque reconoce que se llevaron a revisión por el documento consignado por los jóvenes ante el TSJ. También afirma que en ningún momento las decisiones fueron del Ejecutivo, pues el Tribunal es un ente autónomo, con competencias y responsabilidades específicas.
Valora la actitud de los huelguistas, quienes respetaron la división de los poderes y se dirigieron al órgano correspondiente. Sin embargo, estima que el asunto podía haberse tratado en paz, sin huelgas.
Además, aclara que en el caso de las medidas cautelares, se trata de llevar el proceso -hasta la sentencia- en libertad, pero que esto no implica que estén exonerados de sentencias condenatorias. A propósito de esto hizo referencia al caso de “Mazuco” y comenta que el tratamiento de su caso es distinto, por la naturaleza del delito que se le imputa
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