La zona oriental de Libia está hoy en calma y bajo el control de los llamados "consejos populares" que se hicieron con el poder de manera gradual desde el pasado 17 de febrero, según constató EFE e informaron fuentes de estos consejos en Tobruk.
Desde la frontera entre Libia y Egipto -donde no existe control libio, excepto dos milicianos que saludan a los pocas personas que cruzan- hasta Tobruk, a 120 kilómetros, las banderas de la independencia ondean en los edificios oficiales y las comisarias están vigiladas por civiles, algunos de ellos armados.
En Ras Yada, al igual que en el puñado de pequeñas poblaciones que siembran la carretera entre la frontera y Tobruk, un miliciano armado en el medio de la carretera es la única fuerza de seguridad visible.
El miliciano está situado junto a la comisaría donde un grupo de jóvenes conversa mientras vigilan con laxitud que vehículos pasan.
Según constató EFE en Tobruk, la principal ciudad del extremo este del país, la comisaría central y la sede de la policía secreta fueron incendiadas durante los primeros días de las revueltas que piden la caída del régimen de Muamar el Gadafi, que lleva 41 años en el poder.
En sus paredes destacan las pintadas en las que califican a Gadafi de "carnicero".
"Libia es libre, Gadafi fuera", "Que caiga Gadafi", "Ya es suficiente", se puede leer en algunas de ellas.
Muhamad Saleh miembro del comité popular asegura, al igual que otros miembros del mismo, que todo el este ha sido liberado y agrega que los representantes de los consejos de las principales ciudades del norte se reunirán hoy para estudiar la situación en el oeste del país, donde Gadafi continúa en parte ejerciendo el poder.
Algunas ciudades del oeste se encuentran ya también en poder de los rebeldes, según varias fuentes citadas por las cadenas árabes.
El pasado 16 de febrero, al calor de las revueltas populares de Túnez y Egipto, estallaron manifestaciones en toda Libia para exigir el fin de Gadafi y de su régimen.
EFE
Desde la frontera entre Libia y Egipto -donde no existe control libio, excepto dos milicianos que saludan a los pocas personas que cruzan- hasta Tobruk, a 120 kilómetros, las banderas de la independencia ondean en los edificios oficiales y las comisarias están vigiladas por civiles, algunos de ellos armados.
En Ras Yada, al igual que en el puñado de pequeñas poblaciones que siembran la carretera entre la frontera y Tobruk, un miliciano armado en el medio de la carretera es la única fuerza de seguridad visible.
El miliciano está situado junto a la comisaría donde un grupo de jóvenes conversa mientras vigilan con laxitud que vehículos pasan.
Según constató EFE en Tobruk, la principal ciudad del extremo este del país, la comisaría central y la sede de la policía secreta fueron incendiadas durante los primeros días de las revueltas que piden la caída del régimen de Muamar el Gadafi, que lleva 41 años en el poder.
En sus paredes destacan las pintadas en las que califican a Gadafi de "carnicero".
"Libia es libre, Gadafi fuera", "Que caiga Gadafi", "Ya es suficiente", se puede leer en algunas de ellas.
Muhamad Saleh miembro del comité popular asegura, al igual que otros miembros del mismo, que todo el este ha sido liberado y agrega que los representantes de los consejos de las principales ciudades del norte se reunirán hoy para estudiar la situación en el oeste del país, donde Gadafi continúa en parte ejerciendo el poder.
Algunas ciudades del oeste se encuentran ya también en poder de los rebeldes, según varias fuentes citadas por las cadenas árabes.
El pasado 16 de febrero, al calor de las revueltas populares de Túnez y Egipto, estallaron manifestaciones en toda Libia para exigir el fin de Gadafi y de su régimen.
EFE
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