Niños mal alimentados son menos inteligentes
Un nuevo estudio ha revelado que los niños con mayor grado de consumo de alimentos altos en grasas, azúcares y procesados presentan cocientes intelectuales más bajos.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, revela así mismo que los efectos cognitivos derivados de los hábitos de alimentación presentes en los tres primeros años del niño persisten posteriormente, aunque dichos hábitos hayan sido modificados más tarde.
Para el estudio se utilizaron datos del Avon Longitudinal Study of Parents and Children (ALSPAC), en el que se registró información sobre la salud y el bienestar de 14.000 niños nacidos entre 1991 y 1992, y también la Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños, con la que se midió el CI de los niños analizados cuando éstos tenían ocho años y medio.
Los resultados obtenidos demostraron que los niños que, hasta los tres años, habían seguido una dieta con predominio de alimentos procesados, presentaban una reducción de 1,6 puntos en el CI. Por el contrario, una dieta saludable a los tres años supuso hasta 1,2 puntos de ascenso en el cociente intelectual de los pequeños.
La explicación radica en que el cerebro crece rápidamente durante los tres primeros años de vida, por lo que es posible que una buena nutrición durante este periodo resulte crucial para el óptimo desarrollo del cerebro.
Un nuevo estudio ha revelado que los niños con mayor grado de consumo de alimentos altos en grasas, azúcares y procesados presentan cocientes intelectuales más bajos.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, revela así mismo que los efectos cognitivos derivados de los hábitos de alimentación presentes en los tres primeros años del niño persisten posteriormente, aunque dichos hábitos hayan sido modificados más tarde.
Para el estudio se utilizaron datos del Avon Longitudinal Study of Parents and Children (ALSPAC), en el que se registró información sobre la salud y el bienestar de 14.000 niños nacidos entre 1991 y 1992, y también la Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños, con la que se midió el CI de los niños analizados cuando éstos tenían ocho años y medio.
Los resultados obtenidos demostraron que los niños que, hasta los tres años, habían seguido una dieta con predominio de alimentos procesados, presentaban una reducción de 1,6 puntos en el CI. Por el contrario, una dieta saludable a los tres años supuso hasta 1,2 puntos de ascenso en el cociente intelectual de los pequeños.
La explicación radica en que el cerebro crece rápidamente durante los tres primeros años de vida, por lo que es posible que una buena nutrición durante este periodo resulte crucial para el óptimo desarrollo del cerebro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario