El fenómeno de la Internet en América Latina y el cambio del modo de comunicación que conlleva ha dejado atrás la infancia para convertirse en un "pequeño adolescente", aseguró hoy el especialista en las nuevas redes, y Director de Comunicaciones y Asuntos Públicos de Google en la región, Alberto Arébalos
De este modo, Arébalos defendió que a pesar de los desequilibrios de acceso que aún persisten en la región, el cambio de la comunicación vertical a la horizontal que permite la red de redes ya está instaurado en la región y a la espera de, en los próximos años, "acelerar y profundizar" su impacto.
"Sí hay un desequilibrio (de acceso) entre las capitales de los países y las periferias, pero el fenómeno como tal es muy similar al resto del mundo", aseguró Arébalos, de visita en Lima para la presentación del libro "La revolución horizontal", escrito a cuatro manos junto a Gonzalo Alonso y donde se analizan los cambios provocado por Internet.
La tesis que defiende Arébalos se basa en el paso de un mundo donde la información viaja en una sola dirección a otro multidireccional donde las personas no sólo tienen acceso, sino que además generan su propia información a partir de sus opiniones y que también comparten con los demás.
"Eso genera que la comunicación vertical tradicional, que emanaba de un punto, una empresa, una marca o un Gobierno se transforme ahora en un contacto más horizontal", lo que para el experto significa que los actores tradicionalmente acostumbrados a hablar ahora deben aprender a escuchar y ser parte de una conversación.
A pesar del gran cambio, Arébalos no duda de que, ante esta nueva audiencia activa, las empresas y Gobiernos van a lograr adaptarse, tal y como ya lo hicieron antes con, por ejemplo, el paso de la radio a la televisión.
"El final del siglo XX fue la época de la televisión, el siglo XXI es la época de Internet", un nuevo mundo que debe ser visto como una oportunidad para entablar una relación más cercana y personalizada con los clientes, con los usuarios y hasta con los votantes.
Precisamente, el uso de la Red en los procesos electorales (con el paradigma de la elección del presidente norteamericano Barack Obama) ya ha tenido también sus grandes ejemplos latinoamericanos, como el caso del colombiano Antanas Mockus, que en 60 días pasó de una intención de voto del 3% al 24%, lo que le dio el paso a segunda vuelta.
Aunque Arébalos reconoce la importancia que el uso y aprovechamiento de la red tuvo en el crecimiento del exalcalde de Bogotá, también señala este caso como el ejemplo de que el empleo de la Internet en unas elecciones es "condición necesaria pero no suficiente, no va a hacer ganar a nadie una elección".
Los propios Gobiernos de la región han apelado a la Internet como un método para transmitir sus noticias a la población de una forma más directa, como muestra el uso que el Ejecutivo peruano da a su cuenta de Twitter, prime lugar para anunciar desde renuncias de primeros ministros a nombramientos ministeriales.
Arébalos defiende la importancia que el periodismo debe asumir ante esta nueva situación del flujo informativo, convirtiéndose en el encargado de ordenar, discriminar la gran cantidad de noticias que fluyen en la red y dar contexto.
Sin embargo, el experto no cree que esta sobreabundancia informativa lleve a la saturación del receptor, como han señalado algunos estudios.
"Lo que permite internet es dejar a la gente elegir qué es lo que quiere y, si hay mucha información dando vueltas, son los periodistas quienes tienen que hacer su trabajo", opinó.
Internet ya hace tiempo que dejó de ser el futuro para convertirse en el día a día, algo que, según Arébalos, todos en América Latina (desde empresas a Gobiernos) han reconocido.
"Me parece que en general hay una conciencia bastante extendida de la importancia de la Internet para la población", finalizó.
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