El ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, durante la inspección de la Planta Procesadora de Leche "Lácteos Machiques", aseguró que la empresa genera 500 toneladas de lácteos al mes, gracias al compromiso de sus trabajadores.
"La planta vibra al calor de los trabajadores. Esta planta antes de ser nacionalizada por el Gobierno, estaba en manos de la antigua Parmalat y la empresa se estaba dedicando a sacar a los trabajadores de la nómina, el no reconocimiento de las deudas y sólo la producción de leche condensada, en desmedro de la leche", explicó Loyo.
El titular de Agricultura y Tierras afirmó que actualmente la empresa se encuentra produciendo 75% de leche en polvo e igual que leche condensada. "La leche no es una mercancía, es un bien necesario para la alimentación", afirmó.
Desde Machiques, estado Zulia, anunció que para julio próximo se estima la producción de la línea de jugos, néctares y mantequilla.
Desestimó los permanentes ataques que han recibido los trabajadores de la planta. "Estamos asumiendo compromisos con nuestros trabajadores que es la principal fuerza de la planta, son los sobrevivientes que evitaron que se privatizaran esta planta y que la han puesto ha producir", aseguró.
Loyo manifestó que a los trabajadores de la Planta "Lácteos Machiques", se les garantiza el "pago de sus prestaciones de Ley, pago de los mecanismos de seguridad social. Hoy están amparados por contrataciones, la ley del trabajo y sobre todo por la Revolución Bolivariana, por trabajadores, campesinado y de la clase productora".
Gobierno Bolivariano asume responsabilidad en leche incinerada
El ministro Juan Carlos Loyo asumió la responsabilidad de su cartera por la quema de leche descompuesta en la Planta Procesadora de leche Lácteos Machiques que se llevó a cabo este lunes.
"Una porción de la leche que allí se produce fue incinerada y lo aceptamos como un error. Hoy nos reunimos con los trabajadores y Consejos Comunales y aceptaron que así tienen que discutirse las cosas, de frente ante el país", agregó.
El ministro aceptó que se decidió incinerar la leche, porque los estudios determinaron que no era apta para el consumo humano.
"Vamos a una reunión con los trabajadores. Haremos la contraloría social para que no se pierda ni un solo kilogramo", añadió Loyo.
(VTV)
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