AFP) - El presidente francés François Hollande afronta su primera tormenta política a raíz del desconcertante tweet de su compañera sentimental Valérie Trierweiler contra su ex pareja Ségolène Royal, que la derecha explota con vistas a la segunda vuelta de las legislativas, prevista el domingo.
La primera dama causó estupefacción, y luego una cascada de críticas y burlas, tanto en la izquierda como en la derecha, al enviar un tweet de apoyo al rival político en las legislativas de Ségolène Royal, dirigente socialista y ex compañera de Hollande, con el que tuvo cuatro hijos.
La prensa francesa se hacía eco el miércoles de las reacciones sobre ese encontronazo entre vida pública y privada, con no poca ironía, mientras aparecía el debate sobre la necesidad de dar un estatuto oficial a la primera dama, inexistente en Francia, y la derecha aprovechaba el hecho para llevar agua a su molino con vistas a las legislativas.
“Primera metedura de pata de Francia”, tituló en primera plana el diario Libération, haciendo un juego de palabras con primera dama. Por su parte, Le Figaro estimaba que el tweet de Trierweiler es “a la vez un acto político grave y un episodio digno de un vodevil”.
En la izquierda, las críticas son severas. El primer ministro Jean-Marc Ayrault estimó el miércoles que “cada cual debe permanecer en su lugar” y que la primera dama debe tener “un papel discreto”.
Por su parte, François Rebsamen, presidente de la bancada socialista en el Senado, afirmó que Trierweiler “tiene que aprender la reserva”.
Más duro, el diputado socialista Jean-Louis Bianco, allegado a Royal, declaró: “Hemos elegido a François Hollande y no a Valerie Trierweiler ¿Por qué tiene que meterse ella?”.
“Son cosas que no se hacen. No hay por qué hablar aquí de independencia. Es un golpe indecente. Royal es la madre de los cuatro hijos de Hollande. Que Trierweiler no lo olvide”, dijo por su lado el eurodiputado verde Daniel Cohn-Bendit.
La única que asumió su defensa fue la ministra Marisol Touraine. “Este asunto toma proporciones que considero desplazadas. Es una toma de posición privada”, dijo.
El caso tuvo un nuevo giro cuando Trierweiler indicó que su cuenta habría sido pirateada con un tweet publicado este miércoles por la tarde en el que aparece un enlace hacia un artículo de la página de información Rue89.
En este articulo se explica que la primera dama habría pedido al periódico Le Monde que se retiraran dos fotos suyas. Preguntada por la AFP, Trierweiler aseguró que no publicó este mensaje pero sí asumió totalmente el del martes.