Casi 4 mil empleados de la Misión Identidad, distribuidos en las 94 oficinas del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) exigen al Ministerio de Interior y Justicia que los incluya en la nómina, debido que hasta ahora han trabajado como contratados.
Aaron Pulido, vocero nacional de los trabajadores del Saime, denunció que no les responden la exigencia de cargos fijos, debido a que todos son contratados, “como no tenemos una figura jurídica dentro del Estado, no sabemos si tenemos que entrar como funcionarios públicos mediante un concurso o si será un ingreso directo”, afirmó.
Están preocupados, porque “si viene otro presidente quedaríamos en el aire”, al tiempo que acotó que el conflicto se mantiene desde el 2009.
Cabe destacar que a través del decreto 3.654, el presidente Hugo Chávez creó en 2005 la Fundación Misión Identidad, como ente adscrito al MIJ. Una de sus tareas –descritas en la Gaceta Oficial 38188– es “coadyuvar en los procesos de otorgamiento de documentos públicos que comprueben la identidad de los ciudadanos, a través de operativos periódicos”.Asimismo, aseveró que son los miembros de la Misión los encargados de las funcionaes del Saime, “es como una tercerización”. Retiteró que “los que prestamos el servicio somos nosotros: sacamos cédulas, pasaportes, datos filiatorios, trámites de migración, atendemos los puntos fronterizos a escala nacional. Hacemos las funciones que se generan dentro del Saime”.
El funcionario insistió que entre las solicitudes también se encuentra el seguro de HCM, los bonos, y la garantía de una mejor seguridad en las instalaciones del Saime.
“Hemos amenazado con un paro, pero no hemos querido cumplirlo para que no nos llamen guarimberos. Con botarnos y meter nuevo personal tendrían. Si hay un aplique con las empresas privadas, no entiendo por qué las instituciones públicas no cumplen las leyes laborales”, se queja Pulido.
En la comunicación que enviaron a Elías Jaua el 10 de septiembre se despiden con esta salvedad: “Declaramos que nuestra intención jamás será desestabilizar o sabotear la institución y mucho menos nuestro proceso revolucionario”.
Con información de El Nacional