Un anciano peruano, Arcenio Cobba Balcazar, evitó a sus 106 años ser repatriado tras conseguir, "por motivos humanitarios", un permiso de residencia en Italia, adonde llegó hace doce años para reencontrase con su hija.
El centenario se trasladó a Roma en el año 2000 con un visado temporal para estar de nuevo con hija, a la que hacía años que no veía, pero, una vez caducado el visado, se convirtió en un inmigrante sin papeles, según refiere hoy la edición digital del diario "Il Corriere della Sera".
Tras varios años de vida en la capital italiana, la policía descubrió que el centenario no tenía los papeles en regla, pero, debido a su sorprendente edad, la oficina de la Comisaria de Inmigración acordó, tras una "difícil" decisión, concederle el permiso de residencia por "motivos humanitarios".
Conseguir el permiso de residencia fue también posible gracias a la ayuda de la comunidad sudamericana de Roma, que siguió las indicaciones de la Comisaría de Inmigración para regular la situación de Cobba y poder cumplir así su deseo: permanecer el resto de su vida junto a su hija en Roma.
EFE