Las autoridades del noreste de Japón lanzaron hoy, cuando se cumplen veinte meses del devastador tsunami de marzo de 2011, una operación de búsqueda intensiva de los cuerpos de más de 2.500 desaparecidos en la tragedia.
La Policía y Guardia Costera de las provincias de Iwate y Miyagi emprendieron las operaciones en sus costas con el apoyo de patrulleras, helicópteros y equipos de submarinistas, detalló la agencia local Kyodo.
Según datos de la Agencia Nacional de Policía actualizados esta semana, la tragedia causó 15.873 muertos, a los que se suman 2.768 desaparecidos de los que cerca de 2.500 eran residentes de Miyagi e Iwate.
El resto de los cuerpos sin recuperar son de vecinos de la provincia de Fukushima, donde la Policía y los guardacostas tienen previsto efectuar una búsqueda conjunta el próximo jueves.
Además de por el tsunami, Fukushima se vio afectada por el accidente nuclear desatado en la central de Daiichi, donde la gran masa de agua causó serios daños en cuatro de sus seis reactores.
Ello obligó a evacuar a cerca de 80.000 personas en la zona de exclusión decretada en torno a la planta, mientras otros tantos abandonaron áreas más alejadas pero también afectadas por la radiactividad, que ha causado serios daños en la pesca, la agricultura y la ganadería de la región.
En la actualidad, se calcula que unas 52.000 personas siguen desplazadas de las inmediaciones de la central, aunque la cifra es mayor si se incluye a quienes han dejado otras zonas de la provincia por el temor a la radiactividad.
El terremoto de 9 grados y el tsunami que lo siguió el 11 de marzo de 2011 desencadenaron la peor crisis en Japón desde la II Guerra Mundial, por la que cerca de 340.000 personas siguen todavía desplazadas de sus hogares.
Además de causar el peor desastre nuclear tras el de Chernóbil, la catástrofe destruyó más de 393.000 viviendas y dejó 27,5 millones de toneladas de escombros.
En el año posterior al tsunami el Gobierno aprobó cuatro presupuestos extraordinarios para la reconstrucción por valor 190.000 millones de euros), mientras que TEPCO, propietaria de la central de Fukushima, indicó esta misma semana que los costes del accidente podrían dispararse hasta unos 96.000 millones de euros.
EFE