La Navidad es una época de unión, pero también de conflictos familiares. Una fecha en la que se hacen más visibles las rivalidades y envidias entre los distintos miembros, según el psicólogo clínico Esteban Cañamares.
Asimismo, el experto advirtió, en declaraciones a Europa Press, que las disputas se pueden producir también entre las parejas como consecuencia de que, muchas de ellas, no se sienten "identificados" con sus familias políticas.
"Las reuniones familiares en Navidad, más que actos religiosos son actos de reafirmación familiar porque es cuando nos mandamos mensajes de que estamos unidos. No obstante, desgraciadamente, eso también sirve para poner en evidencias las rivalidades, produciendo un aumento de las depresiones", dice el experto.
Ahora bien, los adultos son las personas más propensas a padecer estos cuadros depresivos y, especialmente, aquellos que cuentan con un menor apoyo social, los que tienen más tendencia a sentirse culpable de lo que pasa a su alrededor, y los que ya han tenido conflictos en estas fechas.
Por otra parte, otro factor que influye negativamente en el estado anímico de las personas a la hora de celebrar la Navidad, son los fallecimientos que se hayan producido a lo largo del año.
"Si ha habido una muerte se pone más en evidencia en estas fechas justamente porque son momentos de recuentro familiar y de reafirmar la unión que se ve alterada cuando un miembro falta", recalcó el experto.
Cañamares recomendó que, para pasar unas buenas navidades, las personas se mentalicen de que se van a volver a encontrar con sus familiares, de que se van a poner de manifiesto las "rencillas, las rivalidades y las ausencias".
No obstante, ha subrayado la importancia de que, en el caso en el que se prevea una "catástrofe", se evite acudir a estas citas.