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domingo, 3 de marzo de 2013

“El pueblo que confió en el proyecto del otro candidato se está dando cuenta de la coba”

El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, en su columna dominical criticó que representantes del Ejecutivo “en vez de trabajar” hayan celebrado una fecha donde murieron muchos venezolanos, en referencia al “Caracazo” el pasado 27 de febrero.

Asimismo, desestimó que desde el Gobierno sean capaces de resolver el problema de seguridad en Miranda, con lo que a su juicio, han puesto en evidencia un “problema que tiene al país entero de luto”.
“El pueblo sabe que no tienen ni la menor idea de cómo solucionar los problemas que hacen que la vida de los venezolanos sea cada vez más dura, más cuesta arriba, por más que maquillen cifras e imágenes”, agregó.

Por otra parte, el también líder de la oposición, en cuanto a la situación de “incertidumbre” del país en torno a la salud del Presidente dijo que “esa parte del pueblo que confió en el proyecto que representaba el otro candidato el pasado 7 de octubre se está dando cuenta de la coba.

A continuación la columna completa:
En estos días volvimos a ver como los que se quedaron encargados del país en vez de trabajar estaban celebrando una fecha donde murieron muchos venezolanos. Quieren hasta cambiarnos la historia. ¿Cómo pueden unos gobernantes tomar eventos dolorosos de la historia de nuestro país como los de 1989 y, en lugar de hacer justicia y evitar las condiciones que desencadenaron aquella tragedia, buscan apropiarse hechos tristes a favor de su politiquería? La pérdida de la vida de venezolanos no se celebra. La muerte no se puede convertir en parte de ningún embuste épico.
Y es que ya es algo que no pueden ocultar: no están haciendo su trabajo. ¿Cuánto tiempo tienen ya con todo el poder y jugando con la esperanza del pueblo? ¡Tantos años manejando tanto dinero para dejar un país minado por la violencia, la ruina y pésimas condiciones de vida!
El mismo gobierno que maneja una de las más grandes riquezas energéticas del mundo es incapaz de dar electricidad a los venezolanos. El mismo gobierno que maneja cuerpos de agua que son la envidia de países de todo el planeta es incapaz de dar agua corriente a las familias. El mismo gobierno que tiene el monopolio de las armas y de la fuerza militar es incapaz de dar seguridad a los ciudadanos.
“Sabemos muy bien lo que pasó en 1989, por qué pasó y que ninguno de los problemas han sido solucionados”
Ahora dicen que el gobierno nacional asumirá la seguridad del estado Miranda. Con esto se han puesto en evidencia. Un problema que tiene al país entero de luto, incluyendo los estados y municipios donde su partido es gobierno, lo convierten en una estrategia para distraer sus responsabilidades. El asunto es que ya no convencen ni a sus militantes. El pueblo sabe que no tienen ni la menor idea de cómo solucionar los problemas que hacen que la vida de los venezolanos sea cada vez más dura, más cuesta arriba, por más que maquillen cifras e imágenes.
En el tema de la seguridad no se trata sólo de más policías. Se trata de ir mucho más allá y generar las condiciones en el país para que la vida de los venezolanos sea la que merecemos. Algo que el gobierno central no ha podido cumplirlo. Su fracaso es evidente y ya no pueden ocultarlo ni siquiera detrás de las manipulaciones que hacen de las noticias o de la historia.
Los venezolanos sabemos muy bien lo que pasó en 1989. Sabemos por qué pasó y sabemos que ninguno de los problemas que desencadenaron esos eventos lamentables han sido solucionado. Incluso, algunos hasta se han agravado durante catorce años en los que los poderes han decidido hablar de política y de pasado. Es como si en vez de gobernar un país estuvieran escribiendo un libro de historia, muy malo por cierto, donde todo se acomoda a favor de un partido y cada uno está más pendiente de salir bien en la foto y no de hacer lo que le toca.
¡Hay que ver lo claro que está el contraste entre las dos formas de gobernar en lugares como los Valles del Tuy! Mientras una escuela hecha por nuestra Gobernación llena de esperanza una comunidad, las escuelas que son responsabilidad del gobierno central sólo recuerdan lo poco que han hecho por quienes de verdad necesitan lugares para construir futuro. Y mientras eso sucede, todos los alcaldes de los Valles del Tuy, miembros del partido de gobierno, se convierten en cómplices del mal gobierno.
Hablan, hablan y hablan, puro gamelote. Siguen buscando los culpables décadas atrás porque están incapacitados hasta para reconocer su fracaso y pedirle ayuda a quienes de verdad quieren, pueden y saben cómo sacar este país adelante.

Yo conozco Miranda y conozco a su gente. A mí nadie me puso aquí a dedo, yo estoy aquí porque soy un servidor público. Mi liderazgo lo he podido construir porque, junto a un equipo de profesionales que son lo mejor de cada área, hemos decidido hacer realidad las soluciones que los mirandinos requieren para que cada día sus vidas sea al menos un poquito mejor que cuando se acostaron a dormir.
Sé muy bien que esa parte del pueblo que confió en el proyecto que representaba el otro candidato el pasado 7 de octubre se está dando cuenta de la coba. Y para eso ha sido parte fundamental el pueblo que confió en la nuestra, en el buen gobierno, en el trabajo hecho por los que saben y para todos por igual.
Todos los días me llega alguna señora, un joven o un trabajador de la Gobernación a decirme “Ya convencí a uno más”, demostrando que el país del que les hablo, ése que estamos construyendo juntos por un futuro mejor, existe en cada uno de nosotros.
Y no es un asunto electorero, como hace ese partido que hoy está en el gobierno y que sólo se acuerda de la gente cuando hay elecciones para mantenerse aferrados al poder. Lo lamentable es que lo que está terminando de despertar a muchos hermanos venezolanos de este largo sueño es posible porque los encargados del país lo han hecho tan mal y están destruyendo en tiempo récord lo poco que quedaba. Esos que están ahí no están haciendo bien su trabajo.
Sé que conseguir las soluciones no es difícil. Lo difícil es mantener intacta las ganas, la voluntad y la cercanía con la gente para hacer bien las cosas. Eso y trabajar con gente honesta, profesional, con ganas de hacer bien su trabajo pero también de aprender. La Gobernación de Miranda es más que un ejemplo: son muchos ejemplos, porque la vida de cada uno de los funcionarios honestos se suma a las de cada familia beneficiada.
Lo mejor es que ahora también se suma la de cada hermano que todavía no confiaba en esta manera de gobernar para todos, pero que hoy consigue con nosotros la oportunidad de ver que quienes estamos construyendo un futuro ya contaba con él, con sus sueños y con su talento. Juntos, vamos a organizarnos y a levantar ese futuro que merecemos.
Sigamos adelante. Cada vez somos más.