Uruguayos que participaron hoy lunes en la maratón de Boston y que resultaron ilesos tras las explosiones que causaron dos muertos y 23 heridos afirmaron que sólo el hecho de que se produjeran en la llegada y no a la salida evitó que fuera una mayor "masacre".
En declaraciones recogidas por la prensa local varios uruguayos que se encontraban participando u observando la carrera coincidieron en señalar "el caos" que se desató sobre la ciudad de Boston tras las explosiones y la "psicosis" que se ha desatado tras el incidente.
Según dijo al diario El País el corredor Daniel Saps, que se encontraba a menos de 500 metros de la meta cuando se produjeron las explosiones, "por suerte" poca gente resultó afectada ya que "esto pudo ser una masacre si, por ejemplo, era en la salida. Corríamos más de 20.000 personas", recordó.
Saps, cuya esposa se encontraba cerca del lugar donde se produjo la explosión, apuntó que durante la carrera no se enteró del suceso y que solo se dio cuenta de que algo pasaba cuando empezó a ver gente "caminando y llorando".
"Y luego muchas ambulancias, mucho ruido. No entendía nada", agregó.
El corredor apuntó que ahora en la ciudad "hay ambulancias por todos lados" y se escuchan las sirenas, mientras que todas las tiendas, restaurantes y locales públicos cerraron, incluido el aeropuerto.
Por su parte, Graciela Andreu, esposa del corredor Álvaro González, relató que en un primer momento pensó que las explosiones eran festejos y recordó haber escuchado al menos cuatro detonaciones.
Según informó el presidente de los EE.UU, Barack Obama, en una comparecencia pública tras las explosiones, las autoridades todavía no saben quiénes son los responsables de las explosiones ocurridas en Boston, al tiempo que puso en alerta al director del FBI, Robert Mueller, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, para que "movilicen los recursos necesarios para investigar y responder".
En declaraciones recogidas por la prensa local varios uruguayos que se encontraban participando u observando la carrera coincidieron en señalar "el caos" que se desató sobre la ciudad de Boston tras las explosiones y la "psicosis" que se ha desatado tras el incidente.
Según dijo al diario El País el corredor Daniel Saps, que se encontraba a menos de 500 metros de la meta cuando se produjeron las explosiones, "por suerte" poca gente resultó afectada ya que "esto pudo ser una masacre si, por ejemplo, era en la salida. Corríamos más de 20.000 personas", recordó.
Saps, cuya esposa se encontraba cerca del lugar donde se produjo la explosión, apuntó que durante la carrera no se enteró del suceso y que solo se dio cuenta de que algo pasaba cuando empezó a ver gente "caminando y llorando".
"Y luego muchas ambulancias, mucho ruido. No entendía nada", agregó.
El corredor apuntó que ahora en la ciudad "hay ambulancias por todos lados" y se escuchan las sirenas, mientras que todas las tiendas, restaurantes y locales públicos cerraron, incluido el aeropuerto.
Por su parte, Graciela Andreu, esposa del corredor Álvaro González, relató que en un primer momento pensó que las explosiones eran festejos y recordó haber escuchado al menos cuatro detonaciones.
Según informó el presidente de los EE.UU, Barack Obama, en una comparecencia pública tras las explosiones, las autoridades todavía no saben quiénes son los responsables de las explosiones ocurridas en Boston, al tiempo que puso en alerta al director del FBI, Robert Mueller, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, para que "movilicen los recursos necesarios para investigar y responder".
EFE