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domingo, 5 de mayo de 2013

Los empresarios aprietan a Rajoy


“¿Por qué, tras cinco años de crisis, el Gobierno no es capaz de alcanzar un pacto de Estado con la oposición para abordar las reformas necesarias?”. La pregunta fue directa al entrecejo. Mariano Rajoy, quepresidía la clausura de la Asamblea del Instituto de la Empresa Familiar(IEF) junto a su presidente, José Manuel Entrecanales, se retrepó en su asiento.
“Francamente no veo a algunos dispuestos a compartir el coste político de las medidas, aunque mi mano está tendida a ello”, contestó el presidente del Gobierno atacando a los socialistas, con los que, dijo, había sido imposible cerrar acuerdos en temas como la reforma laboralo los desahucios. “Vamos a ver si es posible que lo haya para la sostenibilidad del sistema de pensiones”, aventuró.
Así lo despachó. La misma mañana del lunes pasado, los socialistas le habían ofrecido un pacto en cuatro temas concretos (empleo, modernización de la economía, protección social y pobreza) y los empresarios parecían tomar el testigo para poner las peras al cuarto a Rajoy. Con tono serio y preocupado, pero nunca bronco, Entrecanales le había desgranado las peticiones del IEF, un lobby que representa el 25% del PIB agregado español, da trabajo a 1,6 millones de personas y en el que se agrupan empresas con mucho pedigrí del escenario patrio. Quizá por eso es tan respetado por los gobernantes de turno y especialmente por Rajoy, que es asiduo a sus asambleas anuales y a sus congresos, que también se celebran una vez al año, en otoño.
Entrecanales le exigió, en nombre de la organización que preside, lo que todos los empresarios (familiares y no) vienen reclamando desde hace tiempo: un marco fiscal estable “que favorezca el crecimiento”; más inversión pública en infraestructuras —“seguimos siendo altamente deficitarios en infraestructuras clave como el agua, el transporte ferroviario o de energía”, dijo—, y, sobre todo, la reforma de las Administraciones públicas. “Siempre están hablando de ella, pero no acaban de dar el paso decisivo”, añadió un asistente a la asamblea.“España debe seguir ganando credibilidad en los mercados internacionales con su renovada apuesta por las reformas estructurales y a través de la corrección de su desequilibrio presupuestario”, le había apremiado Entrecanales, presidente también del grupo Acciona y miembro de la tercera generación en la empresa (también lo es de la que liga su segundo apellido, Domecq, aunque en esta no ejerce). “Seguiremos apoyando las medidas que deban tomarse y en cuyo análisis nos gustaría ser parte integrante; pero necesitamos que se impulsen los cambios necesarios para que las empresas sean mucho más que un recurso fiscal, que sean un capital a proteger, que sean de verdad y, en definitiva, el motor de la recuperación y no una víctima de la crisis”, remachó.
“Lo importante es no perder el rumbo ni bajar la intensidad del cambio; esta legislatura ha de ser la del proceso permanente de reformas”, le contestó Rajoy en su discurso leído. “Quiero destacar la clara mejora de nuestra competitividad y la progresiva reducción del endeudamiento, tenemos que admitir que el clima ha cambiado”, había incidido con un tono triunfalista que no gustó demasiado a los empresarios presentes (y ausentes) “porque no está el horno para bollos”.
Los empresarios consultados, que piden mantener el anonimato para hablar con más libertad, coinciden con las exigencias de Entrecanales, con más o menos matices. Prefieren expresarse a través de sus asociaciones o think tanks. Pero insisten en las quejas sobre la incapacidad del Gobierno para lograr acuerdos con la oposición. Y al revés. No salvan a ninguna de las dos fuerzas mayoritarias. A una porque no supo afrontar la crisis en su momento y a la otra porque no da el paso decisivo, “muy mediatizada por Berlín y Bruselas, por ese orden”.No es la primera vez que el presidente recibe una reprimenda de los empresarios por no profundizar en las reformas estructurales. Forma parte del libro gordo que les sirve de guía cada vez que tienen que comparecer ante los medios o cuando tienen que pronunciarse en las juntas de accionistas. La secuencia es la misma: primero aplauden las reformas emprendidas; pero, inmediatamente, presionan para que continúen, sobre todo la laboral.
Asimismo, demandan que se acaben las acusaciones cruzadas a la hora de hablar de pactos. En ese sentido, valoran la oferta de diálogo que hizo el lunes el PSOE, lo que les lleva a pedir más esfuerzo al Gobierno. Según estas fuentes, no se alcanzan pactos “porque ninguno de los dos pone voluntad para ello y porque no les reporta réditos electorales”. Un empresario independiente echa más pimienta: “Temo los fines de semana, cuando sacan a pastorear a dirigentes significativos en actos del partido que solo sirven para crispar las relaciones”.
Los empresarios se quejan también de la falta de estímulos. Esa circunstancia le ha hecho buscar la salida al exterior como única tabla de salvación. En ese sentido, destacan medidas como el plan de proveedores, que ha sido alabado por todos los empresarios y reconocido, incluso, desde las filas socialistas, o el plan de emprendedores, sobre el que ha insistido el Círculo de Empresarios. “Medidas como esas son buenas, incentivadoras”, comenta una fuente patronal. “Pero son insuficientes; hay que buscar otros mecanismos, como, por ejemplo, la cuenta fiscal [poder compensar lo que se debe por IVA]”, añade.
En cualquier caso, solo la CEOE y los sindicatos pueden presumir de haber alcanzado pactos. En materia salarial lo hicieron en 2012 gobernando el PP y en pensiones un año antes con el Gobierno socialista y con la oposición del PP, que ahora acusa al PSOE de no querer apoyar la reforma que ellos piden.Esta es una petición que Juan Rosell, presidente de la patronal, ha enviado a Rajoy y sobre la que podrá insistir el 16 de mayo cuando vaya a verle en compañía de los secretarios generales de los sindicatos, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Los líderes de CC OO y UGT también exigieron, en el Primero de Mayo, un pacto de Estado por el empleo. Evidentemente, no van a coincidir en la reforma laboral, que los empresarios piden intensificar.
Asimismo, en el entorno empresarial se enfatiza en la bajada de impuestos, a lo que Rajoy ya echó un jarro de agua fría el lunes. “Primero es sanear la economía y luego lo más urgente es que haya crédito”. Es decir, que habrá que esperar. Sobre la fluidez del crédito, que atosiga principalmente a las pymes, un empresario mediano subraya que en gran parte es porque “la reestructuración financiera se hizo muy tarde, lo que ha generado muchos problemas de financiación”. “Ahora ya empieza a funcionar”, sostiene.
Para la CEOE, “hay que seguir con reformas, reformas y reformas, sin miedo; y si se hace por consenso, maravilloso”, apunta el dirigente consultado, que pone el acento especialmente en la reforma “imprescindible” de las Administraciones públicas. Este dirigente pone el dedo en la llaga: “El Estado tiene tres millones de empleados y esto no funciona, por lo que hay que plantearse primero si son necesarios y, segundo, ver cómo se ha hecho el traslado de competencias y preguntarse para qué sirven las diputaciones”. Además de la adecuación, la patronal ha implorado por una “simplificación administrativa”. “España se gasta el 4,6% del PIB, cuando en la UE es el 3,5% y en el norte de Europa es el 1,5%, por lo que partimos con una desventaja enorme en costes administrativos”.

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