El Secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, afirmó este jueves que no tratará de bloquear las leyes estatales aprobadas el pasado año que permiten el consumo recreativo de pequeñas cantidades de marihuana en los estados de Colorado y Washington.
De este modo, el Gobierno federal de EEUU permitirá que Colorado y Washington desarrollen su marco legal interno para el consumo de marihuana con fines recreativos, aunque se reserva el derecho de presentar una demanda más adelante si considera que se violan normas federales.
Holder explicó en una llamada telefónica con los gobernadores de ambos estados del oeste de EEUU las nuevas directrices federales acerca de la lucha contra el tráfico de marihuana que deben guiar las actuaciones de las fuerzas de seguridad.
Entre ellas, y de acuerdo a un informe divulgado hoy por el Departamento de Justicia, se citan como prioridades la persecución de la distribución a menores, el desvío de marihuana a otros estados y el uso de marihuana autorizada a nivel estatal para encubrir otras acciones ilegales.
Colorado y Washington aprobaron en noviembre de 2012 sendas medidas por voto popular para permitir el consumo de marihuana por adultos, pero habían evitado hasta ahora poner en marcha un sistema legal interno a la espera de la decisión del Gobierno federal.
Pese a las leyes estatales, la marihuana sigue siendo considerada una sustancia ilegal en EEUU, por lo que puede ser perseguida por las autoridades federales.
En los últimos años, varios estados han liberalizado sus políticas acerca de la posesión de pequeñas cantidades de marihuana y actualmente está despenalizada en casi una veintena de estados: Alaska, California, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nebraska, Nueva York, Oregon, Rhode Island, Minnesota, Misisipi, Nevada, Carolina del Norte, Ohio y Vermont.
El pasado 21 de agosto, el propio presidente de EE.UU., Barack Obama, se refirió a la cuestión al negar que contemplara "un cambio en las leyes" federales acerca de la marihuana en el país.
No obstante, precisó que no creía que "la persecución de los consumidores individuales" sea la mejor manera de emplear "los recursos federales".
EFE