El paso de un tornado por la costa de la provincia de Roma provocó hoy múltiples daños materiales, con la caída de árboles y postes eléctricos, mientras que numerosas barcas y canoas fueron arrastradas por la fuerza del viento y acabaron en medio de las calles en la localidad de Santa Severa.
Este pequeño municipio, situado a unos cincuenta kilómetros de Roma, fue el más afectado por esta tromba de aire, que se enmarca en el temporal de lluvia que también llegó a la capital italiana.
En las imágenes difundidas por los medios de comunicación locales se puede ver cómo hamacas y sombrillas de playa son arrastradas, mientras que algunos árboles ceden a la fuerza del viento y provocan daños en automóviles y casas.
La tromba de aire arrastró numerosas embarcaciones de pequeñas y medianas dimensiones que se encontraban en la playa y que acabaron, en algunos casos, en medio del paseo marítimo o incluso en los jardines de casas privadas cercanas.
Las condiciones meteorológicas adversas provocaron, además, que algunos aviones que debían aterrizar en el aeropuerto romano de Fiumicino fueran desviados a otros aeródromos, como Pisa, Nápoles y Pescara, y ocasionaron retrasos en los vuelos con salida prevista desde la capital italiana.
La fuerte lluvia originó asimismo problemas en Roma, donde se inundaron algunos pasos subterráneos y donde un tramo de una de las dos líneas de metro de la ciudad tuvo que cerrar.
La circulación también se vio afectada, sobre todo en el sudeste de la ciudad, debido a la acumulación de agua en la calzada. EFE
Este pequeño municipio, situado a unos cincuenta kilómetros de Roma, fue el más afectado por esta tromba de aire, que se enmarca en el temporal de lluvia que también llegó a la capital italiana.
En las imágenes difundidas por los medios de comunicación locales se puede ver cómo hamacas y sombrillas de playa son arrastradas, mientras que algunos árboles ceden a la fuerza del viento y provocan daños en automóviles y casas.
La tromba de aire arrastró numerosas embarcaciones de pequeñas y medianas dimensiones que se encontraban en la playa y que acabaron, en algunos casos, en medio del paseo marítimo o incluso en los jardines de casas privadas cercanas.
Las condiciones meteorológicas adversas provocaron, además, que algunos aviones que debían aterrizar en el aeropuerto romano de Fiumicino fueran desviados a otros aeródromos, como Pisa, Nápoles y Pescara, y ocasionaron retrasos en los vuelos con salida prevista desde la capital italiana.
La fuerte lluvia originó asimismo problemas en Roma, donde se inundaron algunos pasos subterráneos y donde un tramo de una de las dos líneas de metro de la ciudad tuvo que cerrar.
La circulación también se vio afectada, sobre todo en el sudeste de la ciudad, debido a la acumulación de agua en la calzada. EFE