España ha decidido evacuar a su colonia en Nepal tras el terremotoque asoló el pasado sábado el país. El avión Airbus 310 de la Fuerza Aérea que ha traído a José Manuel García-Margallo a India, para una visita oficial de dos días, hará el lunes dos vuelos a Katmandú, a 800 kilómetros de Nueva Dehli, para evacuar a ciudadanos españoles hasta la capital india, donde podrán tomar un avión a España; y el martes podría repatriar a algunos más, aprovechando una escala ex profeso del ministro de Asuntos Exteriores en su regreso a Madrid. Así lo ha anunciado el propio Margallo tras hablar con el presidente Mariano Rajoy. El avión dispone de 60 plazas.
El seísmo ha complicado extraordinariamente las comunicaciones y, por eso, Margallo ha transmitido un mensaje de tranquilidad, alegando que los no localizados no pueden considerarse desaparecidos. Al menos, no todavía. Está previsto que este domingo por la tarde se traslade a Katmandú un equipo de la Embajada en Nueva Delhi formado por la cónsul general, Laura García Alfaya, el agregado de Interior y un policía experto en rescates para organizar la evacuación. En coordinación con sus socios europeos, España ha ofrecido un equipo de rescate de la Unidad Militar de Emergencias (UME), otro de la Comunidad de Madrid y un avión Hércules de transporte para auxiliar a las víctimas de terremoto.La Embajada de España en Nueva Delhi (India) se ha convertido en un centro de coordinación para intentar localizar a los españoles sorprendidos por el seísmo en el país vecino. Durante toda la noche del sábado, el personal de la representación diplomática en India (España no tiene Embajada en Katmandú) ha recogido las llamadas angustiosas de familiares y amigos y ha intentado completar el listado de los españoles que se encontraban en Nepal. Las cifras varían de hora en hora, ya que muchos turistas no se inscriben en el registro de viajeros y solo es posible conocer su presencia en el país a través de terceros. Hasta ahora, según el Ministerio de Asuntos Exteriores han sido localizados 248, entre residentes y turistas, y se desconoce el paradero de 159. No hay constancia de fallecidos ni heridos, ya que las lesiones que sufre un excursionista (congelación en las manos) son anteriores a la catástrofe.
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