Las grandes tormentas que se producen en Saturno cada dos o tres décadas están causadas por la humedad atmosférica, según un estudio que publica hoy la revista Nature Geosciencie.
Investigadores del Instituto Tecnológico de California (Caltech) han elaborado un modelo teórico según el cual la humedad evita la formación de borrascas durante años en el planeta, hasta que la energía acumulada desencadena una gran tempestad.
Desde hace 140 años, los astrónomos han observado seis grandes tormentas en el ecuador y en latitudes medias de Saturno, un fenómeno que desde la Tierra se presenta como una enorme mancha blanca en la superficie del planeta.
La última de esas manchas, una gran tempestad del tamaño similar a la Tierra, se produjo en 2010 y se desplazó alrededor de Saturno durante seis meses.
El científico Cheng Li y su grupo creen que la humedad en la atmósfera del planeta impide durante décadas la circulación de los gases que forman tormentas.
Esto sucede porque las moléculas de agua son relativamente pesadas en comparación con el hidrógeno y el helio que dominan la atmósfera de Saturno.
De esta forma, el aire caliente no puede circular y se acumula en las capas bajas, hasta que en determinado momento el equilibrio se rompe y una gran columna de aire cálido y húmedo asciende de golpe, formando una tormenta colosal.
A partir de un modelo matemático, los autores del estudio consideran que su teoría explica las observaciones obtenidas a partir de la mancha blanca de 2010.
La investigación sugiere asimismo que la ausencia de tormentas similares en Júpiter podría explicarse a partir de la predicción de que ese planeta contiene menos vapor de agua que la atmósfera de Saturno.