Fábrica de celulares Orinoquia: “Tenemos un compromiso con la calidad”
( Nota de prensa).- Para una población que estuvo aislada de los procesos de producción, participar en un proyecto tecnológico como el de la fábrica de celulares Orinoquia, creada por el Comandante Hugo Chávez en 2009, era una utopía.
Esta empresa socialista rompió todos los paradigmas desde el comienzo cuando adoptó el modelo productivo de punto y círculo, que tiene como objetivo promover, articular y desarrollar estrategias en conjunto con la comunidad para dar impulso a la construcción de una nueva economía socialista.
Para ello, Orinoquia estableció una alianza con los Consejos Comunales del Barrio Unión de Petare, en el municipio Sucre del estado Miranda, para que fueran ellos los que escogieran a las personas que iban a integrar el equipo de trabajo de la fábrica.
Chung Kai-Chen, presidente de Orinoquia, señaló en entrevista para la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, que este modelo puede considerarse como exitoso ya que de los 50 trabajadores que inauguraron la empresa, 40 continúan desempeñándose en ella.
“Esta empresa se ha construido en socialismo, basándonos en las líneas de trabajo del Comandante Hugo Chávez y ahora de nuestro presidente Nicolás Maduro. El concepto de empresa en el que está basado el funcionamiento de Orinoquia está totalmente bien definido desde un principio. Siempre hablamos con los compañeros y hacemos foros con el objetivo de que entiendan que este trabajo no se trata sólo de esperar la quincena, sino que debemos tener un horizonte para desarrollar esta fábrica e incidir en la vida de cada trabajador, en su desarrollo como ser humano, como integrante de la sociedad y como comunidad allá en Petare”, explicó Kai-Chen.
Esta opinión la comparte, Emery Zaquete, coordinadora de reparación de Orinoquia desde hace tres años, quien explicó que trabajar en esta empresa ha significado para ella un reto y una oportunidad de aprendizaje.
“Nunca había trabajado en una planta de producción masiva. Aquí me encargo de revisar la calidad del producto, pero cuando salgo a la calle siento una gran satisfacción, no solamente a nivel personal sino también profesionalmente, cuando veo en algún aliado comercial Movilnet uno de los equipos que producimos acá”, aseguró.
Zaquete, al igual que todos los trabajadores de Orinoquia, siente la empresa como suya y cada día se esfuerza para que los productos salgan de la fábrica con los mayores estándares de calidad, hecho que fue confirmado por el presidente de la compañía.
“Nosotros tenemos un compromiso con la calidad, en eso hemos hecho énfasis desde un principio. Actualmente, tenemos una tasa menor al 1% de fallas cuando se entrega el equipo al usuario. Por supuesto, esto implica una mayor revisión de lo que hace cada trabajador, en cada línea de producción, en cada paso del ensamblaje”, refirió Kai-Chen.
El proceso productivo no es un objetivo, sino una herramienta
El presidente de Orinoquia también aseguró que los trabajadores entienden muy bien que el objetivo de este proceso productivo no es enriquecer a un grupo o a una persona, sino que busca desarrollar a su comunidad y a Venezuela como un todo.
“Nosotros hemos adaptado el sistema de producción de Huawei (empresa que tiene el 35 por ciento de participación en el capital de Orinoquia) a la cultura criolla. La hemos adaptado a este proceso revolucionario donde el ser humano es considerado y tratado con respeto y haciendo esto no sólo hemos igualado la capacidad productiva de otras compañías, sino que más bien hemos superado las expectativas”, enfatizó.
Para Kai-Chen el caso de Orinoquia es una demostración de que si al trabajador lo tratas como a un ser humano, él eventualmente potenciará sus capacidades y avanzará en el camino hacia su desarrollo.
Orinoquia cuenta actualmente con 200 trabajadores directos y se estima que a través de los proveedores se esté generando empleo indirecto para otras 500 personas.
En esta empresa también laboran varias personas con discapacidad, una de ellas es Miguel Iván Pérez (movilidad reducida). Él llegó a Orinoquia a través de Vtelca (la primera fábrica de celulares del Estado) y se siente orgulloso de trabajar para la Revolución.
“Nunca imaginé que iba a trabajar ensamblando teléfonos para el pueblo. Gracias al Gobierno Bolivariano hoy me siento útil, ocupado y feliz. Aquí hemos aprendido lo que es la unión y lo que en realidad es el socialismo. Yo me siento orgulloso de ensamblar un producto como éste, que es accesible para todos”, destacó Pérez.
Como Iván, el resto de los trabajadores de Orinoquia reafirman a diario su compromiso con la empresa, con el pueblo y con el país, defendiendo un proceso que en otrora era exclusivo de las élites. Ahora, al unísono se enorgullecen al decir que es posible que cualquiera de nosotros fabrique un celular y diga con orgullo en la calle, “ese teléfono que tú usas lo ensamblé yo, gracias a la Revolución”.