El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dio ayer la bienvenida al Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), un proyecto de entidad financiera multilateral liderado por China, y animó al organismo a que coopere con el Banco Mundial (BM) o el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Continuaremos con nuestro compromiso con China y otros países de aportar asesoramiento" a estas nuevas iniciativas, dijo hoy en una rueda de prensa Kerry en Pekín, en una fugaz visita de fin de semana.
Además de animar al BAII, que cuenta con 57 miembros fundadores - con EE.UU. y Japón como los grandes ausentes-, de cooperar con el BM o el FMI, abogó por que la iniciativa participe "en proyectos sostenibles y ecológicos".
China es el precursor de esta entidad, que se prevé que será establecida formalmente a finales de 2015 y que algunos han criticado por querer hacer competencia al BM o el FMI, algo que Pekín niega.
Wang Yi manifestó "alegría" por la "actitud constructiva" de Kerry, y enfatizó que "sólo apostamos por la inclusión", y como ejemplo destacó que "23 de los países fundadores no son de Asia".
Además, afirmó que "estamos listos para colaborar con otras instituciones".
Por otro lado, Kerry aseguró que el proyectado Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), sobre el que el presidente Barack Obama y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, subrayaron su compromiso a finales de abril y que no incluye a China, "no está en contra de ningún país o región".
Japón y EE.UU. son las dos mayores economías de los 12 países que integran el TPP y han acercado posturas en la última ronda de negociaciones celebrada este mes, sin llegar a conclusiones definitivas.
En cuanto al TPP, Wang se limitó a decir que espera "que sea abierto también".
Más unión mostraron ambos acerca de la postura común de las primeras economías mundiales sobre el cambio climático, sobre todo después de que los presidentes Barack Obama y Xi Jinping llegaran a un acuerdo "histórico" durante la visita del primero a Pekín el pasado noviembre.
"China y Estados Unidos están colaborando más cerca que nunca para combatir el cambio climático", dijo hoy Kerry, y añadió que "instamos a más países a imponerse objetivos ambiciosos después de lo que acordamos en noviembre".
Entonces, China se comprometió a que sus niveles de emisiones de efecto invernadero alcanzarán su nivel máximo en 2030 para comenzar a reducirse. y que en ese año un 20 % de la energía producida proceda de fuentes limpias y renovables.
Al tiempo, EE.UU. reducirá sus emisiones para 2025 entre un 26 y un 28 % con respecto a los niveles de 2005, lo que supone el doble del recorte previsto entre 2005 y 2020.
Kerry aseveró hoy también que "China y EE.UU. elevarán su coordinación para conseguir un acuerdo global en la conferencia de París" que se celebrará en diciembre.
EFE