(Nueva York, 30 de mayo. EFE).- Dos millares de personas dejaron oír hoy su voz en Nueva York para pedir al presidente de EE UU, Barack Obama, la excarcelación del independentista puertorriqueño Óscar López Rivera tras haber cumplido 34 años de cárcel.
“El presidente Obama tiene que entender que este es uno de los temas más importantes que une a los puertorriqueños, que no vamos a bajar la presión”, dijo a Efe la congresista Nydia Velázquez, una de las participantes en la marcha.
“Obama no puede predicar la reconciliación en Medio Oriente y no hacerlo en su casa”, agregó la legisladora.
La manifestación por las calles de Nueva York, parecida a la que hubo el viernes en San Juan y en otros lugares, busca presionar a Obama para que otorgue la clemencia que se le pidió en 2011 en favor de López Rivera, de 72 años.
Los manifestantes estuvieron encabezados por Larisa López, hija del independentista preso, así como por Nydia Velázquez y el también congresista José Serrano y la presidenta del Concejo municipal de Nueva York, Melissa Mark Viverito, entre otros políticos,
La marcha recorrió el vecindario de Harlem, de oeste a este, hasta llegar a El Barrio latino, un tradicional enclave de la comunidad boricua en esta ciudad.
Durante la manifestación, acompañada con ritmos de música puertorriqueña, se podían banderas de Puerto Rico y pancartas que decía “Obama, escúchanos”, “Óscar López, queremos verte fuera” o “Pealearemos por sacarte”.
Serrano dijo que la manifestación demostró que la causa en favor de López Rivera une a los puertorriqueños “más allá de los partidos políticos”, y recordó que no ha matado a nadie y sólo está preso “por su lucha por la independencia de Puerto Rico”.
“No ha cometido ningún crimen. Es sólo por su lucha por la independencia, así que es un preso político“, dijo, por su parte Melissa Mark Viverito.
Los participantes en la manifestación llegaron desde 25 estados del país, y a ella se sumaron líderes sindicales, estudiantes y activistas de derechos humanos.
Pero también legisladores del estado de Nueva York de origen dominicano, como los senadores Adriano Espaillat y Rubén Díaz y el asambleísta Guillermo Linares.
Larissa López dijo que espera cumplir el deseo de su padre de sentarse junto a él “para ver el mar de Puerto Rico”, a la vez que se mostró sorprendida por el apoyo internacional en favor de la excarcelación de su padre.
El pedido de clemencia para López Rivera cuenta con el respaldo de líderes y organizaciones internacionales, entre ellos los nobel de la paz Desmond Tutu y Rigoberta Menchú.
Óscar López Rivera, detenido en Chicago, fue condenado en 1981 a 55 años de cárcel por conspiración sediciosa para derrocar al Gobierno de Estados Unidos. En 1991 fue condenado a otros 15 años de prisión por un intento de fuga.
Vinculado con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que surgieron en EE.UU. para luchar por la independencia de la isla, López Rivera cumple ahora su condena en la cárcel federal Terre Haute, en el estado de Indiana.
En 1999, el entonces presidente Bill Clinton conmutó las sentencias de once de los coacusados en este caso de las FALN, luego de que cumplieran entre 16 y 20 años de cárcel y al considerar que las sentencias eran desproporcionadamente largas.
Clinton ofreció conmutar también la condena de López Rivera bajo la condición de que cumpliera diez años adicionales con buena conducta, lo que el independentista no aceptó, y también rechazó la oferta en solidaridad con otros prisioneros que no habían sido considerados en esa conmutación de pena