El representante especial del Secretario General de la ONU para Afganistán condenó el atentado suicida perpetrado el domingo a las afueras de la ciudad de Khost, en el que murieron 27 civiles y otros 10 han resultado heridos.
El atentado se produjo justo antes del comienzo del Iftar, el momento en que los musulmanes rompen su ayuno diario durante el mes del Ramadán. Un insurgente estrelló su vehículo cargado de explosivos contra un puesto de control de la policía afgana, situado cerca de un bazar y una base de Estados Unidos en el este de Afganistán.
En un comunicado, Nicholas Haysom, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y reiteró que un ataque de esta naturaleza cerca de un mercado nunca puede estar justificado. El titular de la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) recalcó que los responsables deberán rendir cuentas.
Entre las víctimas mortales había tres mujeres y doce niños, indica el comunicado. También perdieron la vida seis miembros de las fuerzas de seguridad afganas.
