El Secretario General de Naciones Unidas dijo estar "muy decepcionado" por las violaciones producidas a lo largo del fin de semana de la pausa humanitaria declarada en Yemen para permitir el acceso de la ayuda.
La pausa humanitaria debió comenzar el sábado de madrugada y se suponía que iba a durar hasta el fin del Ramadán, que concluye este viernes. Sin embargo, la coalición internacional liderada por Arabia Saudita no respetó la pausa y siguió bombardeando a las milicias houthis, que respaldan al ex presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh.
Aun así, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, señaló en declaraciones a la prensa que las organizaciones humanitarias siguieron haciendo su trabajo pese a la inseguridad.
"A pesar de los continuos ataques aéreos y los combates, nuestros colegas humanitarios y sus socios lograron distribuir asistencia vital al desesperado pueblo de Yemen", dijo el portavoz.
El jueves, Ban Ki-moon dijo que el presidente actual, Abdo Rabbu Manour Hadi, le envió una carta comunicando su aprobación de la pausa a la coalición para garantizar su colaboración.
Sin embargo, Arabia Saudita aseguró que Hadi, que se encuentra exiliado en Riad, no le pidió formalmente que cesara las hostilidades.