El mulá Ajtar Mansur, nuevo líder de los talibanes, era el sucesor natural del mulá Omar por sus orígenes pastunes y su trayectoria, aunque es más pragmático y tiene fama de moderado.
Los orígenes de ambos líderes se cruzan. Los dos nacieron a principios de los años 1960 en la provincia de Kandahar, en el corazón del país pastún y origen de la rebelión talibán que gobernó Afganistán de 1996 a 2001.
Al igual que el mulá Omar, quien huía de las cámaras, las entrevistas y las apariciones públicas, su sucesor aparece en muy pocas fotos. En estas, se puede ver a un hombre con una poblada barba negra y un turbante en la cabeza.
El mulá Mansur pasó gran parte de su juventud en Pakistán, como millones de afganos que huían de la guerra. A lo largo del tiempo, el nuevo líder talibán entabló vínculos con los servicios secretos paquistaníes, a los que Kabul acusa regularmente de haber creado y alimentado la insurrección talibán.
A mediados de los años 90, cuando los talibanes controlaban la mayor parte del país, se convirtió en ministro de la Aviación Civil en el gobierno de los islamistas.
Aunque se le considera próximo al mulá Omar, no tiene el aura religiosa de este último, designado “emir de los creyentes” en 1996 tras su nombramiento como líder, lo que le confería una mayor legitimidad entre los combatientes.
No obstante, el mulá Mansur ha sabido navegar entre los diferentes sectores que componen el movimiento talibán: la “shura de Quetta”, la dirección de los talibanes en Pakistán, los talibanes instalados en Catar y los comandantes sobre el terreno en Afganistán.
Y ha logrado incluso pasar por delante del mulá Yaqub, uno de los hijos del mulá Omar, quien para muchos era el favorito para suceder a su padre, a pesar de tener únicamente 26 años.
“El mulá Mohamad Ajtar Mansur dirige de facto a los talibanes desde 2013. Está considerado como próximo a Pakistán y favorable a las negociaciones de paz” con Kabul, había declarado a la AFP un responsable de rango intermedio de los talibanes antes de conocerse el nombramiento.
Mansur asume el cargo en un momento crucial para el movimiento talibán, cuyos objetivos respecto a las negociaciones de paz son inciertos.
Además, también deberá poner fin a la expansión de la organización Estado Islámico (EI) en Afganistán, que recluta cada vez más talibanes desencantados con la dirección del movimiento.
En un mensaje publicado en junio, el mulá Mansur había alertado al líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, que los talibanes responderían a cualquier intento de los yihadistas de implantarse en Afganistán.
Fuente: AFP
