Una investigación realizada por la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) demostró que estas vacunas antigripales tienen un 29 por ciento de efectividad en la prevención de ataques cardíacos, un nivel casi similar a la de otras medidas preventivas.
Estudios previos señalan que la efectividad de las estatinas, fármacos usados para disminuir el colesterol, como prevención secundaria de ataques cardíacos es del 25 %, mientras que la de los productos contra la hipertensión se sitúa entre el 15 y el 18 % y la de los métodos para dejar de fumar en un 26 %.
Estas conclusiones se desprenden del análisis realizado por el equipo de la UNSW en diversos casos internacionales de control para estudiar los nexos entre la gripe y las vacunas, así como con los ataques cardíacos, según un comunicado de la universidad australiana.
Los científicos de la UNSW hallaron que muchos de los pacientes con ataques cardíacos habían contraído la gripe poco antes de ese incidente.
"Las vacunas antigripales son seguras, efectivas y accesibles. Apoyándonos en los descubrimientos del estudio, todas las personas mayores de 50 años debería considerar vacunarse, especialmente si está en peligro de tener ataques cardíacos", comentó la jefa y autora del estudio, Raina MacIntyre.
Investigaciones previas señalan que la gripe contribuye a que el corazón lata con mayor rapidez y se produzcan con mayor facilidad coágulos sanguíneos, lo que puede bloquear arterias que ya están obstruidas.
La científica acotó que "a pesar de que una persona (mayor) tiene un peso saludable y carece de antecedentes familiares de ataques cardíacos, puede tener un engrosamiento de sus arterias sin saberlo".
Los ataques cardíacos, que producen a nivel mundial millones de muertes y problemas de discapacidad, afectan a unos 54.000 australianos cada año, de acuerdo con la fuente.