La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), organizaciones aliadas y autoridades locales han abierto recientemente dos nuevos campamentos que albergarán a casi 3.500 iraquíes desplazados en la provincia de Bagdad.
Los campamentos cuentan con tiendas de campaña con conexión eléctrica. Los nuevos residentes también han recibido algunos artículos básicos como colchones, enseres de cocina y refrigeradores de agua.
Naima, de 66 años, huyó de Ramadi cuando cayó en manos de insurgentes en abril. Esta mujer iraquí se instaló la semana pasada en uno de los dos campamentos con su hijo, la esposa de éste y su bebé recién nacido. "Es un gran alivio", dijo tras reconocer que habían estado durmiendo en un edificio medio en ruinas desde que llegaron.
"El ACNUR, las autoridades y sus socios están trabajando duro para asegurarse de que las necesidades de refugio de los desplazados son cubiertas", dijo Bruno Geddo, representante del organismo en Iraq.
El conflicto en Iraq sigue sin cesar, causando grandes movimientos internos de civiles. Iraq ahora cuenta con la mayor población de desplazados del mundo, con 3,2 millones de personas desde enero de 2014, que se han sumado al aproximadamente todavía millón de personas que siguen desplazadas desde la década pasada.