El Objetivo 17 de la nueva agenda de desarrollo se centra en la necesidad de reforzar los medios financieros, tecnológicos, comerciales y de capacitación para que los países en desarrollo puedan cumplir las metas establecidas para los próximos quince años.
El elevado endeudamiento y los costes de la deuda pueden ser para numerosos Estados un obstáculo importante a su desarrollo. Por eso, una de las metas del Objetivo 17 de la agenda para 2030 es ayudar a los países con menos recursos a lograr la sostenibilidad de su deuda a largo plazo.
También se insta a que los países desarrollados cumplan sus compromisos de asistencia oficial al desarrollo y entre ellos asignar el 0,7% del ingreso nacional bruto a ese propósito, algo que está aún lejos de conseguirse.
Se alienta además a mejorar la capacidad de los países para disponer de datos e indicadores fiables y claros, que permitan evaluar el progreso logrado.
También a promover el desarrollo y la transferencia de tecnologías ecológicamente racionales y a fomentar la cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y triangular en ciencia, tecnología e innovación.
Y se llama a promover un comercio multilateral, regulado, abierto, no discriminatorio y equitativo y a fortalecer la alianza mundial para el desarrollo sostenible.