( EFE).- El enviado especial de la ONU en Yemen, Ismail Ould Cheikh,anunció hoy un acuerdo de las partes en conflicto en ese país para un cese de la violencia a partir de la medianoche del 10 de abril, así como la restauración de negociaciones de paz el 18 de abril en Kuwait.
“Tras largas consultas con las distintas partes, me complace anunciar el acuerdo para el cese de la violencia y el inicio de un periodo de negociación con el objetivo de conseguir la paz y el restablecimiento de un diálogo político en el país”, afirmó el enviado especial de la ONU en Yemen en rueda de prensa.
Ould Cheikh señaló que “la guerra en Yemen debe llegar a su fin antes de que cause un daño irreparable al país y la región”.
“La negociación de paz buscará un acuerdo que ponga fin al conflicto y permita la vuelta al diálogo político inclusivo”, añadió.
El enviado de la ONU lamentó las “incalculables” consecuencias del conflicto para la población civil y aseguró a los periodistas haber recibido “garantías” de las partes de que cesarán la violencia a partir del 10 de abril y que iniciarán los contactos y se sentarán en la mesa en Kuwait, el lugar acordado, “de buena fe”.
Las negociaciones versarán principalmente, explicó, sobre la retirada de los grupos armados, el restablecimiento de la seguridad en el país, la vuelta al diálogo, así como el establecimiento de un sistema judicial con garantías.
Ould Cheik señaló que las partes se han comprometido a presentar ante el resto su aportaciónpara cooperar en las distintas prioridades el próximo 3 de abril.
A propósito del objetivo de restaurar la seguridad en el país, el enviado especial de la ONU dijo no poder “confirmar” la presencia del Estado Islámico en Yemen, pese a que “diversos Estados miembros” le habrían trasladado su preocupación en ese sentido.
“Lo que está claro es la presencia de Al Qaeda y la urgencia de poner cerco al terrorismo en la región”, apuntó.
En las últimas semanas, Ould Cheik ha mantenido contactos con todas las partes en el país, incluido el presidente Hadi in Riyadh, así como con las autoridades de la región y diversas personalidades de la comunidad internacional de los que ha recibido apoyo como el ministro francés de Exteriores y Desarrollo, Jean-Marc Ayrault.