La arepa es la expresión culinaria más autóctona que enaltece nuestra cultura e identidad como venezolanos. Su preparación se remonta a los antepasados indígenas que sembraron, recolectaron y procesaron maíz.
Los jardines de la Escuela Alí Primera sirvieron como escenario para desarrollar la experiencia formativa de gastronomía ancestral con la elaboración de arepas de maíz pilado, donde participaron servidores públicos de distintas instituciones de Cojedes, actividad impulsada por el Gobierno Bolivariano en los días “no laborales” decretados como medida del ahorro energético.
En esta ocasión, William García, cronista de Cojedes, realizó un conversatorio sobre el tema del cultivo tradicional del maíz al oligopolio de la harina precocida en Venezuela.
En primer lugar destacó que este cultivo tiene más de 2 mil 300 años en el territorio, fue un ingenio de las primigenias poblaciones que existieron, procesando genéticamente hasta 150 especies de maíz, luego de la colonización se convierte en dieta alimenticia diaria para los indígenas y conquistadores.
“El maíz no se transforma en un rubro económico de primacía como lo fue el cacao y el café, pero si era importante para el consumo, así se mantuvieron los campesinos, tenemos referencia de nuestras abuelitas que pilaron y nos legaron la receta del maíz pilado”, comentó el historiador.
En este contexto resaltó como el Pueblo fue desplazado de este producto, “Empresas Polar organizó un auténtico oligopolio económico y financiero, vemos como de manera fraudulenta e intimidatoria, los medios hicieron un trabajo para moldear la cultura gustativa de nuestra población que hoy día lo utilizan como un arma política de guerra. Existen intereses mezquinos, desconocimiento y a su vez una campaña tan despiadada contra la Revolución y el presidente Nicolás Maduro, lo culpan de la escasez de harina cuando es el sector privado que controla el mayor porcentaje de este rubro”.
Asimismo, expresó como el neoliberalismo acaba con las tradiciones “en el caso económico es el que viene apoderarse del control del cultivo de maíz que tenía el Pueblo, cuando el capitalismo comienza a trasladar empresas y tecnología, montan todo un aparataje al servicio del mercantilismo”.
Verónica Osorio, trabajadora del Instituto Nacional de Nutrición en Cojedes, explicó los beneficios del maíz, “este alimento se encuentra en la franja amarilla del trompo, nos aporta grandes cantidades de energía necesarias para realizar las actividades diarias”. cc
