Draghi carga contra la incertidumbre institucional en la Unión Europea
Un j'accuse en toda regla. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha cargado con particular dureza contra las incertidumbres relacionadas con la inestabilidad institucional del euro y de la UE. Y ha reiterado que el mix de política económica sigue siendo inadecuado: el BCE pide reformas, pero sobre todo exhorta una y otra vez a activar una política fiscal que permita una recuperación más rápida, incluida una reactivación más veloz de los niveles de inflación.
"La política monetaria es independiente pero también interdependiente", ha dicho en el Foro Económico de Bruselas, organizado por la Comisión Europea. Draghi ha criticado las "incertidumbres institucionales" (en una velada y amarga referencia al Brexit) y ha reclamado "una política económica más adecuada", tras una "contracción fiscal durante muchos años".
Draghi ha dejado un recado tras otro para la oleada de complacencia que parece haber llegado a Bruselas con los datos de crecimiento del primer trimestre. Y, en particular, ha avisado de que la crisis bancaria no ha dicho aún la última palabra. "Los balances de los bancos aún no están totalmente reparados, con altos niveles de morosidad en algunos países". La Italia de Draghi es, precisamente, la más señalada. Por ahí puede llegar el próximo arreón de la crisis, si antes Reino Unido no da un susto morrocotudo en el referéndum del 23 de junio.El presidente del eurobanco, ha insistido en la necesidad de reformas y en el rédito que tienen si se llevan a cabo, para lo que no ha dudado en citar a España. "La experiencia durante la crisis ha demostrado que las reformas pueden funcionar. Se estima que las reformas adoptadas por Portugal bajo su programa de ajuste han reducido tres puntos la tasa de desempleo entre 2011 y 2014. Igualmente, la reforma laboral española de 2012 ha sido un factor de apoyo al crecimiento del empleo desde entonces".
El duro discurso de Draghi llega un día después de que trascendiera un informe del Deutsche Bank, que criticaba la política monetaria acomodaticia del BCE al señalar que "amenaza" al proyecto europeo en su conjunto. "La política del BCE está amenazando el proyecto europeo en su conjunto en pos de favorecer la estabilidad financiera en el corto plazo", aseveró el economista jefe de Deutsche Bank, David Folkerts-Landau, que añadió que "cuanto más tiempo" prevalezca la política actual "más contribuirá al desarrollo de ideas políticas populistas o extremistas" y, por consiguiente, "más dañará" el proyecto europeo.EP