Como si se le pegara o abandonara. Los padres que ejercen protección excesiva sobre sus hijos le hacen un daño comparable con el maltrato que puede afectar el autoestima y la confianza del niño.
Así lo afirmó la sicóloga, Hilda Mar La Chica en Noticias Globovisión Salud, y agregó que ningún extremo en la crianza es beneficioso:
"Hay un punto medio donde ambos aspectos, tanto la sobreprotección como el autoritarismo, ejercen un poder dañino sobre nuestros hijos. La sobreprotección equivale a maltratar a un niño porque no estas confiando en sus recursos"
La médico explicó que los padres que no permiten que sus hijos experimenten algunas cosas, de acuerdo a su edad, demuestran que no confían en las capacidades de los pequeños.
Estos actos ocasionarán que los niños se críen con seguridad. "Los bebés desde un año pueden seguir instrucciones, recoger sus juguetes, pero si papá y mamá truncan eso difícilmente el niño va a crecer con el sentimiento de que son útiles para la familia".
La psicóloga indicó que hay padres que no dejan que los niños experimenten la sensación de caerse o de derrota. Sentimientos que serán fundamentales para equipar emocionalmente al niño para la vida.
Recomendó observar el comportamiento de otros niños de edad similar al propio para verificar su conducta. "Si otros niños tienen conducta de autonomía tenemos que revisarnos como papás a ver si somos nosotros quienes truncamos esas capacidades".
"Que un niño mande en la casa es terrible"
Hilda Mar La Chica comentó que los padres deben ser la voz de autoridad en el hogar. Delegar todo al niño o negociar con ellos hace que se vuelvan más inseguros y esto podrá reflejarse en el futuro con sus relaciones personales con jefes, parejas u familia.
Indicó que las figuras de autoridad -padres, abuelos- deben trabajar de forma mancomunada para que al niño le llegue una sola guía. Si hay diferencias, se deben resolver sin que el niño se de cuenta. GV