Manchas en la cara provocan ansiedad y baja autoestima, aseguran

A pesar de ser un tema estético y no ocasionar serios problemas de salud, el melasma, que se presenta como manchas oscuras en el rostro, causa en las personas afectadas alteraciones emocionales como ansiedad, baja autoestima e incluso depresión.
Lo advirtió Elba Naccha, dermatóloga de la Clínica Internacional, quien explicó que el melasma es un tipo de lesión a la piel que se presenta como manchas marrones simétricas en la frente, mentón, nariz, mejilla, labio superior y cuello; debido al embarazo, los anticonceptivos orales, la terapia de reemplazo hormonal y por la excesiva exposición al Sol.
La especialista informó que estas manchas oscuras llamadas comúnmente “máscara del embarazo”, porque se presenta en las gestantes, se ven cada vez en un mayor número de mujeres no embarazadas por la excesiva exposición al Sol u otras causas, recoge la agencia Andina.
Agregó que en el melasma, que se relaciona con la exposición solar hay una hipermelanosis, es decir, un excesivo incremento del pigmento de los melanocitos (células encargadas de fabricar la sustancia que le da color a la piel).
Estas manchas en la piel -cuyo tamaño aumenta de forma progresiva- pueden afectar a hombres y mujeres entre 30 y 40 años de edad, pero es más frecuente en mujeres y las que tienen mayor riesgo son aquellas con piel color canela.
A diferencia de otras afecciones a la piel el melasma -que puede llegar a cubrir gran parte o todo el rostro sino se recibe tratamiento- no da ningún otro síntoma que no sean las manchas oscuras, las cuales pueden causar preocupación a nivel estético.
De otro lado, es necesario precisar que el melasma provocado por el uso de anticonceptivos orales o terapia hormonal suele desaparecer con la suspensión del uso de estos productos y cuando es causado por el embarazo también desaparece tras el parto.
Los casos que requieren de tratamiento médico son aquellos que presentan oscurecimiento persistente en el rostro mayor a los seis meses.
Por otra parte, existen tres tipos de melasma que son: superficial, profundo y mixto.

En el primero el pigmento responde al tratamiento y la recidiva es poco probable; mientras que en segundo caso el pigmento está en la dermis y su respuesta al tratamiento es lenta e incluso puede no haberla.

En el caso del melasma mixto, que es la combinación de los dos tipos de melasma mencionados, el tratamiento es semejante a una melanosis profunda